Un vigués en Ceuta: “Fue una auténtica invasión, una marea humana imposible de contener”
Los nacionales del país alauita asentados en la ciudad mantienen su distancia con los acontecimientos de Ceuta y se preocupan por los asuntos diarios
El Ramadán, el ayuno obligatorio durante un mes, acaba de finalizar para los hasta 3.000 musulmanes que habría en Vigo, de ellos unos 400 marroquíes censados en el padrón de extranjeros del Concello de Vigo. Los marroquíes son por su volumen la comunidad número 11 en la ciudad, tras la china, y la segunda de África, después de los más de 600 senegaleses. Ha crecido de forma lenta pero constante, aunque su presencia en la mayor ciudad gallega es todavía muy inferior a la media de España, donde habría cerca de un millón de personas procedentes del otro lado del Estrecho de Gibraltar.
La relación con Vigo no solo es humana, sino también económica: el puerto mantiene a través de la naviera Suardiaz una prolongación de la autopista del mar que llega a Tanger, que lleva sin operar en este año debido a problemas en Marruecos, la pandemia y la caída a plomo de la producción de automóviles en el vecino país. Por todo ello y muchas otras causas, los residentes marroquíes siguen con interés lo ocurrido estos días en Ceuta, pero tratando al mismo tiempo de marcar distancias para no verse involucrados de ninguna forma.
El portavoz de la Comunidad Islámica en Vigo, Abdulraheem Uzairi, reconoce que su principal preocupación ha sido hasta ahora el seguimiento de la fiesta anual musulmana y su celebración en la nueva mezquita abierta en Gregorio Espino hace unos meses y que se estrenaba para la festividad. “Ha habido mucha participación en los actos, nos sorprendió tanta gente, no estábamos preparados para tanto seguimiento”, reconocía ayer.
Ceuta
Con respecto a la alta tensión entre Marruecos y España a cuenta de la decisión alauita de “abrir” la frontera, reconoció que la comunidad en Vigo quiere mantener al margen de la política. “Estamos preocupados, claro, pero en política no nos metemos ni de broma, no queremos problemas”, explicó el portavoz. Tomando distancia todo lo posible, insistió en que la labor de su organización es justamente la opuesta, “la nuestra es una organización apolítica, así que no nos afecta lo que pueda pasar”.
En su opinión, la escalada de tensión de las últimas 48 horas no serían sino “cuentas pendientes entre países”, y en todo caso insistió en que se trata de algo “muy alejado de nuestras vidas, de nuestros problemas reales, como la educación, la sanidad o el empleo”, dijo.
En todo caso, destacó que la comunidad marroquí viguesa está asentada en este país y no en Marruecos, así que “defendemos la postura que tome España, aunque no nos interesa tener nada que ver con todo esto”, afirmó rotundo Uzairi.
Contenido patrocinado
También te puede interesar