Elvira Lama, del Centro Gallego en Ceuta: "Hemos vivido momentos de inquietud por lo que veíamos"

Elvira Lama lleva 32 años residiendo en Ceuta y no recuerda haber vivido una avalancha como ésta."Nunca hemos pasado por un momento así, hace años se produjo la llegada de un grupo de subsaharianos, pero era mucho menor".

Ella es la presidenta del Centro Gallego de la Ciudad Autónoma y mantiene contacto habitual con los más de cien socios que lo integran. Asegura que han estado “preocupados” porque eran muchísimas personas las que deambulaban sin rumbo por las calles. “Hemos vivido momentos, no de miedo, pero sí de inquietud porque veíamos grupos muy grandes de menores corriendo por toda la ciudad, fue algo que despertó una sensación de peligro entre los residentes”, explica Lama, quien añade que algunos comerciantes decidieron no abrir sus negocios por temor a que entraran en avalancha y pudieran llevarse la mercancía.

En estos momentos considera que la situación está empezando a mejorar y cree que los ceutíes están recuperando “cierta tranquilidad”. A ello ha contribuido la visita del presidente del Gobierno, pero sobre todo la llegada de 8.000 soldados de refuerzo. “Esta ciudad está muy vinculada con el Ejército y los soldados han contribuido a traernos la normalidad y la seguridad”.

Por el lado de Marruecos también ven un cambio de actitud y la prueba de ello es que han regresado los Auxiliares del ejército marroquí a la frontera. “Han vuelto a actuar y están impidiendo el paso a nuevos grupos. Están cumpliendo su tarea”, señala Elvira Lama que confirma que se ha recuperado la colaboración.

El problema en estos momentos son los menores, ya que todos los adultos han sido devueltos a Marruecos. “Quedan los menores y no sabemos cómo actuar con ellos, porque no se pueden devolver a sus padres, a pesar de que algunos están arrepentidos y preguntan por ellos. Tenemos que darles tutela y hacer una devolución con garantías jurídicas”, expone Lama.

Atención a los menores

La situación de los menores se complica porque los servicios sociales están desbordados. Sólo existe un centro de menores y tiene poca capacidad, por lo que ha sido necesario habilitar naves para poder atenderlos a todos. Afirma la portavoz del Centro gallego que tampoco pueden retenerlos porque un centro de acogida no es una cárcel, ni tampoco están detenidos. “Son los que tienen entre 15 y 17 años los que a veces se escapan”.

Para tomar una dimensión real de lo que sucede Elvira Lama recuerda que Ceuta es una ciudad de 24 kilómetros cuadrados y 86.000 habitantes que no puede asumir la llegada de 8.000 personas, ya que supone aumentar de repente un 10 por ciento la población.