Una zona monumental clásica

Sobre el Casco Vello en su versión 2025 podríamos decir que se ha convertido en un barrio histórico clásico de una gran ciudad, con sus virtudes y defectos: crece como lugar atractivo para el turismo y hostelería y baja en población. Pasa en Vigo y pasa en todas las ciudades con sus zonas monumentales a medida que se convierten en objetivo de los visitantes. Nada raro, y aunque siempre habrá quien no le guste encontrarse con miles de cruceristas haciéndose fotos en las viejas rúas, recuerdo que todos somos turistas. 

La inversión millonaria ha conseguido el objetivo previsto cuando se creó el Consorcio Casco Vello, feliz idea de Alberto Núñez Feijóo en febrero de 2005, hace hoy exactamente 20 años, cuando era vicepresidente de Fraga en sus últimos días al frente de la Xunta y Corina Porro alcaldesa. El CCVV nació con la misión de realizar un trabajo permanente de rehabilitación de edificios para recuperarlos, en especial en el Barrio Alto, y últimamente en la fachada del Berbés, y el resultado está a la vista. Como contaba en este diario Itos, la histórica hostelera del Casco Vello, “sin el Consorcio no habría nada y todo sería ruina”. Así es y está bien a la vista, sobre todo en la vieja Ferrería, antes un lugar a esquivar y hoy una especie de aldea en el cogollo urbano con muchas posibilidades todavía por explorar. Por ejemplo, para cine al aire libre en la plaza del Abanico o como espacio de arte y cultura en sus bajos.

El CCVV constituye un doble éxito: el más importante, que se trata de un instrumento eficiente que ha conseguido que Vigo pueda exhibir ante el mundo el lugar donde nació; el segundo, que ha quedado demostrado que no solo es posible sino deseable la colaboración permanente entre el Concello y la Xunta. Aquí están los frutos de 20 años. Por separado sería imposible.