Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Hay en marcha una campaña para intentar crear una nueva provincia, la del Bierzo, desgajada de León y que en principio seguiría incluida en Castilla y León, aunque nunca se sabe (el BNG apoya la propuesta en el Parlamento de Galicia). Es prácticamente seguro que la iniciativa no llegará a ninguna parte, pero no deja de resultar interesante -y llamativo- que en la tercera década del siglo XXI el asunto del siglo XIX siga encima de la mesa, cuando desde la división definitiva administrativa del país han pasado dos repúblicas, otras tantas restauraciones monárquicas y dictaduras, con el Estado unitario, autonómico o federal. Lo único que no ha cambiado en ese tiempo son las provincias, las mismas. Así que la pregunta es pertinente. ¿Cabe en 2021 un debate sobre la organización provincial? Rotundamente sí. Están incluso en la Constitución como circunscripciones electorales, así que su disolución resulta casi utópica, pero sí serían posibles segregaciones o modificaciones del nombre. El último cambio fue la división de Canarias en dos, y de eso hace más de un siglo. Antes, hace 180 años, Vigo se desgajó de Pontevedra y constituyó la efímera Provincia de Vigo por tercera vez, que tuvo carácter oficial pero fue liquidada en cuestión de semanas. Desde entonces, Vigo ha tenido que gastar tiempo y dinero para conseguir servicios que de derecho le corresponden a una capital. Prácticamente los tiene todos, y eso es un avance espectacular. Pero mantiene su invisibilidad como un municipio de Pontevedra. Así que sí, parafraseando a De Gaulle en Montreal, Viva el Bierzo libre. Y a partir de ahí...
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