La otra versión de “El cuarto pasajero” y sus personajes
Es conocido que, con frecuencia, la naturaleza imita al arte o que la realidad se sobrepone y supera a la ficción. Dada la evolución de los acontecimientos, no hay duda de que la realidad actual de España, con un ex ministro y ex secretario de organización del PSOE en presidio, acusado de graves delitos, en compañía de su hombre de confianza, con quien comparte un amplio repertorio de cargos por actos criminales, ahora moradores del espacio donde hasta hace poco se hallaba su camarada Santos Cerdán, quien también desempeñó (aparte de otras delicadas misiones al servicio de la consolidación de Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno) el mismo puesto de confianza, sería un excelente argumento para una película.
La circunstancia de que estos tres personajes, con un cuarto pasajero, hicieran en su día la ruta para facilitar el acceso a la Moncloa del principal protagonista, que ahora se quiere salir del relato, o sea de la trama, ha hecho inevitable las paradojas y otras apreciaciones sobre la coincidencia con el título de la famosa película de Alex de la Iglesia. Por cierto, que somos lo contribuyentes españoles los que, al margen de los resultados de taquilla, financiamos ese cine donde hay sin duda buenas películas y otras que no deberían ser filmadas, del mismo modo que otros hechos nunca deberían haberse producido. Y menos negados por sus protagonistas principales o secundarios.
Como saben la primera versión de “El cuarto pasajero” el argumento se refiere al caso de un tipo llamado Julián, un cincuentón presentable, de clase media, con un buen coche, que trata de ligarse, con los medios a su alcance a una jovencita a la que facilita transporte. En escena aparecen dos sujetos más: otro sujeto de buen ver y un cuarto pasajero, llamado Rodrigo que, según la crítica “resulta ser la decantación purísima de lo peor del ser humano en una sola persona: fullero, mezquino, miserable, cizañero, jeta, estafador, impenitente moroso, traficante de cualquier cosa (preferentemente ilegal), timador de personas del Tercer Mundo. entre otras “virtudes” que lo adornan, todas del mismo jaez. Con este cuarteto, el coche, en su camino hacia Madrid, y en especial Julián, se encontrará con un viaje como nunca podía imaginar, y no precisamente para bien...”. El viaje acaba como el rosario de la aurora para su protagonista.
En esta nueva versión de “El cuarto pasajero”, el guion es algo diferente: Según el libreto en curso, los malvados son tres y la víctima, el sufridor, el que inocente otro ingenuo el pobre, confiado y engañado por los otros miserables con quien viajara. Al menos en imagen paga las consecuencias de los actos de los otros tres, de suerte que a uno casi no lo conociera, llamado Koldo, pese al importante papel que juega en su carrera futura, y los otros dos, resultan dos jetas que abusan de la confianza en ellos depositados. Ese cuarto pasajero victima nunca supo ni sospechó nada de los enjuagues y conducta de sus compañeros de viaje, especialmente de dos: el que, digamos que se apellida Ábalos, fuera el adalid, el ariete eficiente que de modo ejemplar le trazó el camino hacia su éxito, destrozando a quienes lo obstruían; el otro, digamos, Santos Cerdán, era de tal confianza que dejó en sus manos la negociación a precio tasado que lo mantendría donde está.
Claro que en esta nueva versión cinematográfica aparecen otros secundarios, que tienen breves, pero no menos llamativos papeles. El principal femenino es una periodista de investigación que no ha publicado en su vida nada de ese género, pero que es eficiente urdidora de miserias con el mismo objetivo que lo señala la trama principal. Aunque, de momento, esta nueva versión no ha sido filmada, aparece a diario en las televisiones, radios y medios impresos y digitales, como un verdadero serial de aquellos de antes. No se sabe el final de la historia, porque en el guion aparecen escenas incorporadas a la versión inicial, y dos de los malvados, están añadiendo escenas al libreto con las que no se contaba y que pueden dar un giro inesperado a la historia.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último