Tercera vez a las urnas

En las consellerías no se habla de otra cosa: que habrá elecciones gallegas antes de final de año, en octubre o noviembre como muy tarde, y más tras lo ocurrido ayer, con la salida de Paco Conde, número 2 de la Xunta, rumbo a un escaño en Madrid como primera parada, lo que obligará a hacer retoques en Galicia. Para volver a las urnas tras el verano, antes el PP tendría que conseguir una victoria clara el 23 de julio, condición necesaria para ir a un adelanto de varios meses sobre cuando tocan, en junio de 2024, con las europeas. Aseguran que aunque el BNG está al alza, la clave se encuentra en que cogerían al PSOE en reconstrucción y las posibilidades de lograr otra mayoría absoluta en Galicia serían mucho más elevadas.

Parece de cajón, aunque el PSdeG lo ha visto venir y ha decidido acelerar el proceso para elegir candidato en septiembre, para al menos tener claro quién será el cabeza de lista en caso de que haya que votar de nuevo, por tercera vez, este mismo año. Besteiro, Folgoso y Miñones están en la rampa de salida para la nominación. E incluso se apunta a las primarias Gonzalo Caballero, quien fue el último en enfrentarse a Feijóo y no se rinde. Esta vez será contra Alfonso Rueda, que espera contar con el viento a favor de un resultado claro en julio. He ahí la clave de todo y de que la expectativa del adelanto suene esta vez creíble.

Hace apenas unos días, el presidente gallego convocaba a la prensa para dar a conocer las decisiones de la dirección del PPdeG y se dio por hecho que las gallegas se celebrarían también el 23 de julio. Pero no. Dijo que no venía a cuento adelantar las elecciones por la tensión que provocaría en el electorado. Eso fue hace unos pocos días, que en política, donde nada es seguro, parece un mundo.