Sahara, corazón y cabeza

En los dos últimos días pasaron por Peinador unos 300 niños saharauis que han salido del infierno de Tindouf, una zona del Sahara especialmente dura incuso para los árabes, para pasar unas vacaciones frente el mar. Muchas familias se han apuntado a acogerlos durante unas semanas, algunas ya por segunda vez, pero todo el mérito está en el trabajo de la sociedad de ayuda al Sahara, Sogaps, con Maite Isla a la cabeza. Ayer estuvo Isla en el aeropuerto acompañada de Alfonso Rueda, muy prosaharaui, como ha demostrado en todas las ocasiones en que ha tenido la oportunidad de echar una mano, y de Rubén Pérez, de Sumar, confirmando que se trata de una causa transversal, donde hay que lamentar el penoso papel del PSOE, acentuado con Zapatero y empeorado con Mr PS. Me consta que en el PSOE la sensibilidad es otra (el ayuntamiento vigués también participa en el programa), pero la dirección política socialista también en esto se ha puesto literalmente a los pies de Marruecos a cambio de algo que los ciudadanos desconocemos y el Gobierno se niega a explicar, pese a reclamarlo de forma expresa todos los grupos en el Parlamento, de la derecha a la izquierda.

Hace apenas unos días, hubo una votación en el Congreso que arrojó una mayoría absoluta entre PP, Vox, Sumar, Podemos y otras formaciones frente al PSOE, que se quedó solo defendiendo la postura de Mr PS. Todos reclamaron que España recupere su posición de neutralidad activa en el conflicto del Sahara, entre el Polisario y Marruecos, y no acepte la tesis del reino alauita de que la antigua colonia no es más que su provincia del sur, algo que la comunidad internacional no acepta. Pero a Mr PS, como es conocido, solo le interesa el presente. Lo clavó Felipe González: le importa más estar en el Gobierno que gobernar.