Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Exponerse las corruptelas de la FIFA para ser sede de un Mundial de fútbol sale a cuenta en caso de que el plan consista en un pellizco a la autoestima para motivar el cambio social y económico, o se intente blanquear dictaduras o aparentes democracias, como sucedió en Argentina 78, Rusia 18 o Qatar 22. El Mundial 82 sirvió a España para enseñar al mundo la democracia recién parida y unas ganas olímpicas de fiesta. Se alargó hasta los irrepetibles Juegos que cambiaron Barcelona y la Expo de Sevilla 92. La promo era necesaria para sacudirse los estigmas. incluso el palo de Sevilla sirvió para iniciar la carrera del AVE.
La FIFA confirmó ayer que España acogerá con Portugal y Marruecos el Mundial 2030 y Riazor será una de las once sedes repartidas por el Estado. A Coruña será “bimundialista” 48 años después, escribió la alcaldesa, Inés Rey, en X: “Comezamos desde hoxe a traballar nun proxecto que transformará Galicia e a nosa cidade”. En Vigo, el alcalde Abel Caballero señala a Rafael Louzán, presidente de la Federación Galega de Fútbol y aspirante a presidir la española, como culpable de la exclusión de Balaídos. Le pide que aclare “si odia a Vigo o lo hizo por instrucciones de Rueda”. Si no se cuenta la reforma del estadio, y el Concello está finalizando Balaídos, Vigo, con el Celta en Primera, se está ahorrando una molestia en plena campaña de verano.
Cuando se cerró Riazor 82 la sangre del matadero municipal flotaba en la coruñesa playa de Berbiriana. El movimiento de ladrillo ayuda, más cuando está casi todo por hacer, pero el gran cambio de A Coruña lo propició como alcalde Francisco Vázquez con el paseo marítimo más largo de Europa y tres museos científicos. Lendoiro sirvió Liga y dos copas, Amancio Ortega hizo viajar al mundo hasta Arteixo. Al de la moda, ahora al de la cultura con exposiciones como la de Irving Penn que organiza Mop Foundation de Marta Ortega en A Coruña. No haría falta Mundial pero será como cuando juega el Dépor dos semanas seguidas. Balaídos 82 no propició el reencuentro de la ciudad con la ría, sino el proyecto Abrir Vigo ao Mar” impulsado en el mandato de Carlos Príncipe del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. El impacto de las luces navideñas de Caballero ya es Mundial. Y de autoestima, bien.
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