Opinión

Gibson, Preston, Thomas y Roberts

Estos personajes forman parte de los escritores que han indagado en la historia contemporánea de España con interés centrado en la Guerra Civil. Ian Gibson, irlandés de nacimiento, pero nacionalizado español y Sir Paul Preston, inglés y catedrático del London School of Economics son de los extranjeros más conocidos ya que ambos han dedicado la mayor parte de su vida investigando hasta el último detalle sobre la catástrofe española y las posteriores consecuencias de la dictadura franquista. Hugh Thomas escribió su única obra sobre el tema en 1961; sus otros libros de historia se centraron en las épocas del siglo XVI y XVII. Mientras que Gibson como Preston escribieron la mayoria de sus libros, antifranquistas, después de la muerte del dictador. Sin embargo, Thomas era más cauteloso. Describió a Franco como, ‘un general astuto, duro, paciente, pero sin imaginación’. Por otro lado, Andrew Roberts, un renombrado historiador del Sunday Times dedicó un artículo extensivo en julio de 1996 sobre el Caudillo. 
En su disertación llegó a comentar que, ‘una vez que la generación a quien brutalizo se haya ido, Franco será visto como el Cromwell de España - el hombre que dirigió y llevo a la fuerza a su pueblo desde una guerra civil a una era moderna. Ambos hombres fueron en parte responsables por haber empezado las guerras civiles que ganaron, pero estos eran inevitables, y sin sus victorias, peores tragedias hubieran ocurrido.’ Dentro de España, en el año 2008, el escritor Fernando García de Cortázar obtuvo el Premio Nacional de Historia por su obra ‘Historia de España desde el Arte’. 
Al recibir el premio, este ilustre catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Deusto declaró, en referencia a la nueva ‘Ley de la Memoria Histórica’ que ‘olía mucho a imposición desde el poder político’ y advirtió que ni los jueces ni el Parlamento eran los encargados de decir ‘cual era la verdadera historia’. Curiosamente fue Cesar Molino, el Ministro de Cultura del gobierno de Rodríguez Zapatero que le concedió el premio máximo, el mismo que había redactado la ley. Como saben, la ley abrió una verdadera caja legal de Pandora gracias al juez Baltasar Garzón que había instruido las actas pertinentes para que se investigaran todos los crímenes cometidos durante la época en cuestión incluido la acusación de genocidio por parte de Franco y sus generales. Sin embargo, el Fiscal General abrió un expediente en contra del caso. Una edición de la revista ‘Economist’ hizo eco del asunto y mencionó en un artículo que ‘la izquierda ha descubierto que hacer resurgir el franquismo es una manera simple de provocar a la derecha tomando en cuenta que el fundador del partido fue un ex ministro de Franco’. No deseo criticar a favor o en contra de lo que está ocurriendo en estos momentos, simplemente he expuesto unos puntos de referencia, algunos contradictorios, de un número de ilustres conocedores de la materia. Pero, como ciudadano europeo, creo que la situación de la actual crisis mundial tanto por la pandemia del COVID-19, como lo económico que incluye la locura del Brexit, es tan enorme que tratar de continuar removiendo en el pasado para hacer justicia - con todo el todo el respeto - a los represaliados es una equivocación.
Por último, no debemos olvidar la II Guerra Mundial. Hitler y sus verdugos fueron condenados en los juicios de Nuremberg por atrocidades contra la humanidad, pero hubo otros cientos de miles de civiles asesinados en Europa, enmascarados por la contienda, en represalias mutuas entre sus ciudadanos. ¿No ocurrió algo similar en España? ¿Víctimas inocentes de ambos lados?

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