EEUU no invirtió “ni un euro” en ayudar a Machado a huir

Un veterano de las fuerzas especiales de Estados Unidos, Bryan Stern, presidente de la Fundación de Rescate Grey Bull, reveló detalles de la operación que permitió a la líder opositora venezolana María Corina Machado salir de Venezuela, descartando cualquier implicación financiera del Gobierno de Estados Unidos o contratación por parte del expresidente Donald Trump.

Stern explicó que la misión fue financiada por “algunos donantes” privados y coordinada de forma no oficial con el Ejército estadounidense para planificar y ejecutar la extracción marítima y terrestre, destacando la peligrosidad del traslado y la complejidad logística de casi 16 horas hasta llevar a Machado de manera segura a Oslo, Noruega, para recibir el premio Nobel de la Paz.

El veterano calificó la operación como el “mayor desafío” de su fundación, subrayando que Machado es “la primera nobel de la Paz rescatada” y aconsejando que “no regrese” a Venezuela por los riesgos que ello implicaría, aunque reconoció la fortaleza y determinación de la opositora: “Está loca al pensar esto, pero ella es muy fuerte, no la llaman la dama de hierro por nada”. Stern también detalló que gran parte del traslado se realizó en condiciones adversas en el mar, con grandes olas que complicaban la navegación y ponían en riesgo tanto a la opositora como al equipo de rescate, y agregó que decenas de personas participaron en la planificación, incluyendo expertos en inteligencia, logística y traducción.

Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, criticó duramente la comparecencia de Machado en Oslo, acusándola de “llamar a que invadan” el país y de “aplaudir y apoyar” la incautación de un petrolero por Estados Unidos.

Durante un acto en Caracas, Maduro afirmó que la opositora actuó de manera “ridícula” y delictiva, mientras defendía la unidad del pueblo venezolano y rechazaba la posibilidad de que figuras opositoras como Machado vuelvan al país: “Este pueblo derrotó el fascismo, derrotó a los nazis, derrotó a los apellidos”. Además, reiteró su rechazo a la oposición, calificando sus acciones de “delincuentes” y asegurando que no tendrán cabida en el futuro político del país, reforzando su narrativa sobre la legitimidad y estabilidad del régimen frente a las críticas internacionales.