Ricardo Ramilo: "Da rabia quedarse fuera del Dakar por el tapón del radiador"

Rally Dakar

El piloto vigués revela que un despiste de su copiloto colaboró al escape de agua que provocó la rotura del motor de su buggy y el consiguiente abandono forzoso de la carrera

Publicado: 10 ene 2023 - 02:41 Actualizado: 10 ene 2023 - 09:30

Uno de los lances en el que el buggy de Ricardo Ramilo surcó la arena de los desiertos saudíes.
Uno de los lances en el que el buggy de Ricardo Ramilo surcó la arena de los desiertos saudíes.

Un simple tapón de un radiador tiene la culpa del abandono de Ricardo Ramilo en el Dakar 2023. Es el resumen de un triste desenlace para el piloto vigués, que tras luchar con una serie de infortunios, no ha tenido más remedio que echar pie a tierra. Todavía en Riyad, el olívico explicaba ayer al otro lado del teléfono la situación. “Tras volcar, colocamos el coche en el sitio y lo preparamos para reanudar la marcha. Pero, a los 12 kilómetros, el motor empezó a subir de temperatura. Había perdido toda el agua. Lo que sucedió fue que el copiloto se despistó y se olvidó de ponerle el tapón. Eso hizo que el motor perdiera todo el agua y rompiera”, lamenta Ramilo. “Pulsaba el botón, pero el coche no encendía. La junta de la culata estaba rota”, explica. “Así son las carreras”, añade a continuación con resignación.

Tras seguir adelante después de padecer vuelcos, roturas de palieres y otra serie de problemas, al final fue una pieza de apenas 10 euros la culpable del fin de la aventura en el desierto árabe del veterano piloto, que ayer sentía una mezcla de sensaciones. “Son dos caras de la misma moneda”, reconocía desde su caravana. “Por un lado, estoy muy contento del rendimiento. Fuimos rápidos varios días, en los que estuvimos cerca de los mejores, mejoramos el ritmo y aprendimos muchísimo. Al final, conducir sobre arena es algo totalmente nuevo y yo vine con la experiencia de ir a Marruecos a practicar una semana y poco más. Porque aquí no se trata solo de subir las dunas: es subirlas más rápido que los demás. Por todo esto, creo que es para estar satisfechos”, explica con un punto de ilusión. “Pero por el otro, da rabia quedarse fuera del Dakar por el tapón del radiador", subrayó con un punto de tristeza notable. “Estas chorradas son las que deciden las carreras, porque de las cosas importantes nunca te olvidas”, concluye apenado.

Pese a todo, Ricardo deja la carrera con el corazón lleno. “¡Me llevo tanto, pero tanto cariño!", proclama. "Mucha gente me vino a saludar en la comida, he recibido muchos mensajes de ánimo y también el calor de los aficionados.

Esa fuerza es la que impulsa a seguir al piloto vigués. De hecho, ayer mismo cerró su inscripción en la Copa del Mundo de Bajas, cuya primera prueba se celebra a principios de febrero, también en Arabia Saudí. “Vamos a terminar de arreglar el coche estos días y lo dejaremos aquí guardado con todo el material”, comenta Ramilo, que se va a quedar unos cuantos días en el Dakar. “Igual hasta que acabe. Ya lo decidiré”, apunta. “Quiero ver la carrera desde fuera y aprender cosas”, sostiene el vigués. El año que viene volverá a dar guerra.

“Al nivel que he ido yo, calculo unos 125.000 euros de gasto”

Que correr el Dakar no es barato lo puede imaginar todo el mundo. Pero Ricardo Ramilo lo confirma con unas cifras aproximadas nada desdeñables de lo que le ha costado la aventura en Arabia Saudí. “Al nivel que he ido yo, calculo que el gasto andará sobre unos 125.000 euros”, explica el piloto vigués, que ha tenido el apoyo de algunos sponsors técnicos para diversos materiales. Sin embargo, el montante económico ha salido de sus empresas o directamente de su bolsillo. O, lo que es lo mismo, de su dinero. Todo esto sin contar el buggy, que ya es de su propiedad. “Y hay gente con asistencia que se ha gastado más”, advierte.

“El año que viene quiero volver y espero hacerlo

Ricardo Ramilo no ha podido cumplir su sueño de completar un Rally Dakar. Las dos veces que lo intentó, se vio forzado a abandonar. Pero el vigués no ceja en su empeño y cuando se le pregunta por regresar al desierto, se intuye un brillo especial en sus ojos y se confirma en el timbre de su voz al otro lado del teléfono. “¡Hombre! ¡Es que estoy deseándolo!", exclama con una alegría que borra de un plumazo la tristeza de la marcha en la presente edición.

“Si las cosas me siguen yendo bien y tenemos el dinero, espero repetirlo”, confirma el piloto vigués de cara a 2024. Y se muestra ambicioso y decidido a dar una vuelta de tuerca más al proyecto. “Eso sí, quiero hacerlo con más medios”, advierte, al tiempo que recuerda cómo la falta de asistencia personalizada motivó la pérdida de un comodín. “Yo pinché dos ruedas, pero hubo gente que pinchó seis y el camión de la organización no daba abasto”, recuerda. “No quiero que me vuelva a pasar eso”, especifica Ramilo, cuya intención es añadir una persona más en su equipo. “Si puedo tener un mochilero en pista, mejor”, desvela.

Sea como sea, Ramilo volverá. “He comprobado que mi ritmo no está tan lejos de los mejores. Quiero intentarlo”, expresa con optimismo. En la perseverancia reside el éxito y el vigués está empeñado en demostrarlo en el Dakar.

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