Meira y la mirada del adiós

Cuando la ACT se dio la vuelta, Meira ya no estaba. Ayer, en la Bandera de Getaria, Samertolameu encontró la mirada del adiós. Una despedida amarga y dulce al mismo tiempo. Lo uno porque esta temporada en la élite se hizo demasiado corta y demasiado predecible ante la falta de watios de los moañeses. Lo otro, porque a quien da todo no hay nada más que pedirle.

En las agitadas aguas del Cantábrico, frente a la hermosa localidad guipuzcoana, “A Terca” se despidió de la élite con un penúltimo puesto -Cabo, con la mente puesta en la Kontxa, fue última-. Todo en una mañana de viento, lluvia y mar duro de costado. Unas condiciones que tardará en volver a vivir la trainera de Moaña. Si acaso en el Teresa Herrera. Si acaso en Ares, si el barco de Ferrolterra no asciende. Quién sabe.

El caso es que la tripulación de David Costa, ya descendida, volvió a dar lo mejor de sí misma. Y, de nuevo, se encontró con insuficiencia si los rivales cumplen con su papel. Fue el caso. Santurtzi volvió a ganarle la partida. Kaiku no solo eso, su extraordinaria regata le metió cuarta, por delante incluso de Hondarribia. Un mérito enorme porque, al contrario de lo ocurrido en Ondarroa el sábado, las condiciones de tiempo y mar mejoraron notablemente para los botes de la tanda de honor. Y en esa tesitura, Urdaibai no perdonó. El bote de Bermeo, que dejó la puerta entreabierta a alguna sorpresa el sábado, la cerró definitivamente ayer. Y de un portazo. La “Bou Bizkaia” voló para superar a la Zierbena del técnico moañés Dani Pérez y dejar a Hondarribia quinta. Liga sentenciada.