Los principios de Rafa Benítez

Estos son mis principios y, si no le gustan, no pienso cambiarlos". La frase de Groucho Marx terminaba de forma totalmente diferente, pero Rafa Benítez tiene claro su modelo de juego y ayer lo volvió a mostrar en Alemania. El Celta juega con un 4-4-2 claro con doble pívote, defensa en campo propio y transiciones rápidas. Ante el Wolfsburgo con eficiencia porque el Celta ganó por la mínima y sufrió poco en la parcela defensiva.

El nuevo once de gala

Avanza la pretemporada y las pruebas se reducen. El equipo del Celta que saltó ayer al campo para disputar el enfrentamiento ante el Wolfsburgo tiene aroma a titular y, en esta elección, desaparecieron los jóvenes Carlos Domínguez y Hugo Sotelo para dar entrada a Unai Núñez y Renato Tapia. Confirmada la noticia de que el peruano siguirá en el equipo, Rafa Benítez apostó por el doble pivote con Fran Beltrán y dejó a Gabri Veiga en el banquillo. ¿Será así en una semana ante Osasuna?

Verticalidad hacia las bandas

El credo del entrenador madrileño es conocido y no varía en el equipo vigués. El Celta está junto, trabaja bien en bloque, se repliega con orden y, a la hora de ataque, busca la salida rápida. Fundamentalmente lo hace con dos métodos. El primero es lanzar a los extremos con Iago Aspas descolgado del ataque para ayudar en la pared y el pase inicial de construcción. La segunda opción es el balón a Larsen, bien en profundidad, bien en alto para que lo baje. Salieron las dos opciones, pero la que creó más peligro fue la primera con Carles Pérez y, sobre todo, Jo Bamba.

Dos extremo clave

Gran parte del peligro en ataque de este Celta estará marcado por la capacidad de los hombres de banda y su desborde. Antes del descanso, lo hizo Carles Pérez con buenas conducciones en velocidad y, sobre todo, Bamba. Remató una contra, en otra hizo la pared con Larsen para el centro y en la tercera sacó la falta al lateral tras desbordar por sus medios. Una versatilidad clave.

Balón parado

Cuatro acciones de balón parado y tres sin peligro. A la cuarta, Iago Aspas fue el encargado de poner el esférico en el área y lo envió al fondo de la portería Unai al primer palo. Centro perfecto entre portero y línea defensiva. Los anteriores no habían encontrado rematador.

Bloque todavía más bajo

Por orden o por la consecuencia de ir con el marcador a favor, el Celta dio un paso atrás tras adelantarse en el marcador. El equipo defendió más cerca de su área y, por una parte, consiguió evitar los balones a la espalda de la defensa del rival. También perdió capacidad de salida y careció de posesión. El esférico, en general, estuvo más cerca de Iván Villar.

Los cambios y Swedberg

Como sucede habitualmente en la pretemporada, los cambios llegaron de forma programada. En el primer bloque se sustituciones puso de manifiesto que Cervi continúa siendo el lateral izquierdo suplente y que Carlos Domínguez pasa a la tercera posición de central -por el momento-. Pocas noticias hubo en la primera rotación viguesa. Sí trajo más novedades la segunda porque sirvió para ver a Gabri Veiga como segundo delantero y a Dotor en sus primeros minutos con la elástica celeste. No obstante, entre lo más destacado volvió a resultar el sueco Williot Swedberg, que tuvo minutos en la banda derecha y, contra pronóstico, rindió a buen nivel al mostrar un notable cambio de ritmo. Desbordó en dos ocasiones por velocidad para generar peligro. Vuelve a mostrarse como una alternativa de ataque válida. Menos brillo mostró el delantero Gonçalo Paciencia, que tuvo una buena ocasión dentro del área y la envío arriba. Malo para un delantero.