El déficit inevitable del Celta

El Celta vendió a Fer López este verano, a Larsen el anterior, a Brais Méndez… Cada campaña necesita realizar una venta para cuadrar las cuentas porque el coste de la plantilla es amplio y así lo admitieron Marián Mouriño y Marco Garcés ayer en la comparecencia de prensa con motivo de la renovación del mexicano hasta 2030. Para evitarlo necesitan una receta que pasa por reducir el coste salarial, no queda otra, lo que hace complicado poder ejecutar algunas renovaciones. O, una segunda vía que es “que Europa sea algo habitual”, llegó a reconocer la presidenta de la entidad Marián Mouriño. Con el equipo en octava posición es una ilusión, pero la entidad sabe que no es un camino seguro apostar por ello.

En este contexto, el club trabaja en las renovaciones. Óscar Mingueza, Marcos Alonso y Fran Beltrán terminan contrato en junio. Con los dos primeros, “vemos con buenos ojos la renovación y tenemos convesaciones abiertas”. Más complicada parece la situación del Fran Beltrán, al reconocer Garcés que “quedan seis meses y tenemos tiempo para hablarlo”. No hubo muchas pistas, pero sí cierta sensación de que es un caso que apunta más a una salida del Celta.

Fueron muchos los nombres que aparecieron a lo largo de la comparecencia del renovado dirigente. Sobre Pablo Durán admitió que “ya iniciamos las conversaciones con su agente para intentar renovarlo”, mientras que sobre el central Carl Starfelt matizó que “no lo hicimos porque hubo algún interés de equipos, pero no fue a más y tenemos previsto hacerlo”.

Si dan cierta preocupación las cesiones de Carles Pérez y Unai Núñez porque regresarán al Celta con sus sueldos altos. “En estos casos hay que ver cómo evolucionan. Creo que estamos abriendo mercados”, manifestó Marco Garcés como único punto positivo. El extremo apenas juega y el central está en un equipo en apuros.