Atlántico
Gaza: ¿Olvidada?
La costa miñorana, la del festón complicado y atrayente, la que besa el mar Atlántico, con sus playas de ensueño, la de los recios acantilados, e parte, y que dulcifican las aguas mansas de los ríos que cruzan las tierras de milenario laboreo, en esta etapa estival se halla concurridísima de gentes de todas las latitudes.
A nosotros, no nos causa extrañeza esa afluencia de forasteros, pues la paz de los remansos, la quietud de los parajes, los cautiva.
Pero si sorprende a muchos y, llama poderosamente la atención rebasada Baiona la Real, por la carretera general que conduce también a la Real, Santa María de Oya, y pocos metros antes de las retingas de Cabo Silleiro, y en la coquetona parroquia de Baredo, de una piedra de buen tamaño que descasa sobre el lomo de una roca, en donde descarga el Atklántico la furia de sus diosoes mitológicos, como rabiesos de no poder abatir su accidentada e inviolable, como dumbre, la que tiene la forma de una barca. Ya que hablamos de la barca de piedra, sobre la misma apareció la imagen de la Virgen de la Cela, que se decía que procedía del mar, sin duda alguna debido a un naufragio. De ahí, y cual acontecimiento milagroso, la referida imagen fue hallada más tarde por los moradores de la parroquia en el monte alto, cercano a la barca en una hornacina que también existe en el mismo, y de tales aconteceres viene la denominación de barrio de la "Cela", que hoy se venera en la iglesia parroquial. Sabemos algo más de la Virgen de la Cela en la parroquia de Baredo, del Concello de la Real Villa de Baiona.
Jesús González Besada. (A Ramallosa)
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