Atlántico
Gaza: ¿Olvidada?
La deshumanización parece haberse instalado en nuestra sociedad de tal manera que no nos paramos ante nada y, por supuesto, ante nadie.
Da la sensación de que la inconsciencia de nuestro pasado se ha instalado en nuestra vida. No queremos reconocer de dónde venimos para no preocuparnos hacia dónde vamos. Nuestro vivir se basa en el "Carpe Diem", cuando lo real para la mayoría de las personas es que si hay un día de mañana, con sus alegrías –muchas- y problemas –bastantes-. Tanto las unas como los otros forjan el carácter. Las primeras sirven para superar a los segundos y estos para valorar en su justa medida a las primeras.
Mi madre decía que no puedes apreciar lo ácido sin tener presente la dulzura, tampoco añorarás la sal cuando siempre has comido soso.
Como escribo más arriba cada momento tiene su importancia y esta viene definida por las personas que nos acompañan a disfrutar o sobrellevar las situaciones de nuestros días.
La deshumanización citada en la primera línea está tan arraigada en nuestra "vida", que nos lleva ser "dictadores" no sólo de lo nuestro sino, y eso es lo más grave, del futuro de los demás.
Erigirse en dueños de nuestros actos es connatural a nuestro ser pues en ello se inculca la responsabilidad propia de la consecuencia del acto. Sin embargo cuando la acción influye de forma determinante en nuestro entorno, la responsabilidad se incrementa en tanto en cuanto influye en lo que nos rodea: personas o cosas. Por tanto el grado de responsabilidad vendrá determinado por la consecuencia del acto.
El problema radica pues en "vivir el momento" sin pararnos a valorar, previamente, las consecuencias.
El sentido de esta frase no lo aceptamos al tener que aplicarla, por ejemplo, a aquellos que tienen en sus manos nuestra salud (algo que afecta a nuestra bien-estar). Por el contrario no nos afecta cuando las consecuencias se refieren a los demás tras nuestra acción.
Creo no equivocarme si equiparo deshumanización y egoísmo, ambos sustantivos vienen a definir el individualismo al que parece nos aboca una sociedad que prefiere olvidar que el ser humano es por naturaleza social y por tanto debe trabajar en la búsqueda del bien común. El individuo como tal es básico pues, en su libertad natural y en su razón, encuentra el modo de ayudar a mejorar la sociedad que le acompaña en su camino.
Como escribe san Pablo "Dios nos eligió desde el principio….." y en Él, como creador, es en quien reside la potestad de escoger. Dejémonos de ser "electores" de vidas.
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