Un enfermo de cáncer

No puedo dormir sin que conozcáis este problema grave de salud que me está sucediendo en mi vida y es para mí una obligación compartir esta experiencia para, entre otras cosas, dar ánimo y fuerza a todos los que estén pasando algo similar.

Ya en junio del año 2007 me diagnosticaron un cáncer de estómago, y en una semana me operaban y me quitarían el estómago. Te unen el intestino delgado al esófago (esta operación tiene un nombre) y esta tripa tendrás que acostumbrarla a que sea tu estómago, algo increíble para mí, con 50 años, con 70 kilos de peso y con un estado físico bueno, feliz con mi vida, feliz con mi trabajo, ayudando altruistamente en el movimiento vecinal y otras ONG. Nunca podré pagar, con nada material, su trabajo profesional, y que siga vivo 17 años después. ¡Nací de nuevo!

He vuelto, me hicieron unas pruebas y después el Dr. Cuenca me da el diagnostico. Leucemia y seguimiento una hematóloga, pues tengo una Leucemia Linfática Crónica. Estaba bien desde el 2015, pero que estaba como dormida, y despertó.

Una semana después tengo cita con la Dra. Leticia y me da el resultado, la leucemia no mutó, pero está muy agresiva y hay que empezar el tratamiento. Esto era un martes y me dice que el lunes vuelva, pues tiene que reunirse el viernes con los demás hematólogos, oncólogos y los de farmacia para estudiar mi caso, pues al no tener estómago es un caso especial.

Llegado el lunes nos recibe y ya tiene la medicación que me van a dar. El martes por la tarde tengo que ingresar en planta para las primeras dosis, para ver cómo me sientan. Ingreso en planta y el miércoles me ponen la primera dosis. Me sentó fatal y estuve mal.

No tengo palabras de agradecimiento, por la atención, cuidados y cariño que recibí de todos los que me atendieron estos días. Las doctoras son grandes profesionales y también el personal de administración, de admisión, las enfermeras, las auxiliares, las empleadas de limpieza, las camareras de la comida. Es imposible saber los nombres, pues son demasiados profesionales de la sanidad pública que te atienden. Fui atendido en el Ala B B-312 del hospital Álvaro Cunqueiro. Cuando hablo de vosotros siempre me vienen las lágrimas a los ojos.

¡Tenemos una Sanidad espectacular! Pero no podemos dejar de luchar para que nos la vayan poco a poco privatizando y desmantelando. Ahora mismo nuestro sistema de sanidad es público, de calidad, universal y gratuito. Y así tiene que seguir siendo. Tenemos la obligación de seguir luchando para que siga siendo pública, de calidad, universal y gratuita.

Y se lucha en la calle, participando en las concentraciones, manifestaciones, que convocan los miembros de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Publica, un trabajo admirable, pero también se lucha cuando hay elecciones con nuestro voto.

Algo muy importante, cuando se va a un centro de salud, a un especialista, a urgencias u otro servicio de la Sanidad, hay que tener paciencia.

Los médicos tienen más pacientes que los que pueden atender, las carencias en personal son muy grandes, y no carguéis vuestra ira contra los trabajadores. Pensar que cuando vais a un dentista de pago, a un abogado, a la carnicería, también tenéis que esperar.

Gracias por vuestra atención y, lo dicho, gracias a todos los trabajadores de la Sanidad de Vigo y que sigan siendo así,