El turismo probablemente no va a ser la solución para la economía viguesa, pero mantiene una tendencia positiva a lo largo de todo el año en especial en cuanto a turismo internacional. A tenor de los datos del Ministerio de Transportes y el INE controlando los móviles, hubo tanto visitantes de fuera de España a lo largo del tercer mes del año como en ciudades mucho mayores y con más tradición turística. Este año cayó la Semana Santa en marzo, pero tuvo una incidencia mínima debido al pésimo tiempo que hizo, que dejó la ocupación hotelera entre jueves y sábado en torno al 70 por ciento, cuando se esperaba llenar.
El INE controla en los teléfonos a las personas que pasan por la ciudad, sin necesidad de estar hospedadas, que figuran en una encuesta específica mensual. En concreto, fueron casi 17.000, frente a menos de 10.000 en Coruña y en Santiago en el mismo período, similar a ciudades mayores. Entre las causas se encuentra el auge espectacular del Camino de la Costa, que crece como ninguno, a un ritmo próximo al 90 por ciento sobre 2023, donde en torno al 80 por ciento de los peregrinos son de fuera de España, la mayoría de ellos iniciando la ruta en Portugal. En esta ocasión, el turismo portugués no ha sido tan importante como suele ocurrir en Navidades o verano: del país vecino pasaron por Vigo 3.300 personas, una cifra solo algo superior a los 2.600 franceses, los 2.200 holandeses y los 1.500 alemanes, entre otros. También llama la atención los más de 800 de Estados Unidos. Tampoco hubo cruceristas durante marzo, así que todos los visitantes llegaron por vía aérea, tren o coche.
Mucho menor fue, en cambio, la llegada de visitantes de otras partes de España, siempre en relación con el resto de Galicia. En concreto, según los móviles controlados por el INE, fueron casi 50.000 los que pasaron al menos un día por la ciudad venidos de fuera de la provincia (la mayoría de la propia comunidad gallega para pasar una jornada). Santiago tuvo 56.119 y A Coruña incluso más, 57.236.
