Las principales especies que se subastan en O Berbés, y que suponen el 75 por ciento de toda la actividad en la lonja, han caído en picado durante este año por un cúmulo de circunstancias que incluyen el mal tiempo que impidió salir a faenar y las restricciones impuestas desde la Unión Europea, que cerró hace ya dos años 87 caladeros en el Atlántico. Precisamente las zonas donde se pescaba rape, merluza o rapante. El rape supone en sus dos especies el 35 por ciento del total de toneladas en O Berbés, en tanto el rapante suma otro 22 por ciento. La sardina llega al 10 y el jurel al 7,7 por ciento. Y todas ellas han quedado afectadas: el resultado es que hay menos fresco y a mayor precio.
El acumulado a marzo en tráfico de pesca presenta una bajada de volumen de movimiento del -7,59%, con una disminución de las ventas del -4,7%, según los datos oficiales de la Autoridad Portuaria (APV), validados por Puertos del Estado. Y pese a ello se trata de la lonja que menos ha caído en actividad, manteniendo con diferencia el liderato. En lo que se refiere a las principales especies, en este primer semestre de 2024 (de enero a marzo) el rape ha tenido una bajada del volumen de ventas (-10,5%) con una minoración también en ventas (-2,7 por ciento) y con un incremento significativo en el precio medio al subir un 8,7%.
El gallo (rapante), también ha seguido una tendencia a la baja, con caída de volumen de tráfico (-30,9%) y de ventas (-20%), aunque su precio medio se eleva un +15,80%.
Las otras especies significativas, sardina, jurel y merluza, han tendido comportamientos dispares, en especial la primera, que se comportó como cualquier producto en un mercado competitivo, a mayor oferta, menor precio y viceversa. El jurel presenta una importante bajada en el volumen de descargas (-33,6%) y de ventas (-24,8%), lo cual lleva a una subida del precio medio en un 13,3%. La merluza es la que presenta mayor rentabilidad, puesto que pese a un descenso de las descargas (-24,8%) el valor en lonja se ha mantenido y, en consecuencia, del precio medio se ha elevado un 32,8 por ciento. Es decir, menos pesca, precios más altos. Cada vez más.
Desde la Autoridad Portuaria, su presidente, Carlos Botana, destacó un par de ideas. Una, que los datos de marzo no fueron buenos por el mal tiempo, que impidió salir a faenar y que llegaran menos ferries a Irlanda, además de la coincidencia de los festivos de Semana Santa, con varios días de paradas. Todo eso ha supuesto que, en los datos acumulados a marzo, las principales especies descargadas en Vigo hayan sufrido bajadas. En el resto de 2024, la cosa cambia gracias a que O Berbés ha logrado convertirse en el punto de distribución al que acuden vendedores con pescado en furgonetas desde otros puertos. No obstante, se trata de una bajada generalizada -un descenso del 15,8%- y donde Vigo sigue manteniendo su liderazgo. Añade que las restricciones de la UE están haciéndole mucho daño al sector. Para revertir esta situación ha puesto en marcha el Plan de Acción de la Pesca y los grupos de trabajo en los que trabajan junto al sector.
