Trabajadores de profesiones de riesgo, frente al suicidio

Un momento de las jornadas de formación, celebradas ayer en la Comisaría de Vigo.
photo_camera Un momento de las jornadas de formación, celebradas ayer en la Comisaría de Vigo.
Policías, agentes de la Guardia Civil, bomberos, funcionarios de prisiones y sanitarios aprendieron en Vigo cómo afrontar situaciones que pueden afectar a su salud mental

Cada día en su trabajo tienen que enfrentarse a  agresiones, episodios violentos, accidentes trágicos o situaciones de estrés extremo. Los trabajadores de profesiones de riesgo como policías, agentes de la Guardia Civil, bomberos, sanitarios o funcionarios de prisiones conforman uno de los colectivos más expuestos en su salud mental, con una tasa de suicidios superior a la general. Esta realidad se puso ayer sobre la mesa durante las jornadas de prevención de la conducta suicida, celebrada ayer en la Comisaría de Vigo,  organizadas por los sindicatos Jupol, CSIF y Jucil, a la que acudieron funcionarios y miembros de los distintos cuerpos de seguridad de toda Galicia. 

Durante esta jornada se incidió en la importancia de “pedir ayuda”  y de contar con más medios de atención psicosocial en este ámbito. 

El incremento de servicios humanitarios o con personas con trastornos psiquiátricos, así como el hecho de llevar un arma, en el caso de los agentes, son factores que influyen directamente en su salud mental. A lo largo de la mañana, expertos, psicólogos y responsables de atención Psicosocial y de prevención de conducta suicida ofrecieron pautas  para mantener un equilibrio mental y físico en este tipo de trabajos. Algunas de las medidas que se pusieron en común fue la de los bomberos que, después de una actuación importante, realizan una charla.

“Hay que aprender a colgar el uniforme al llegar a casa”

“Hay una falsa creencia de que los policías tenemos que ser siempre ‘superhombres’ y supermujeres'  y que pedir ayuda es símbolo de debilidad, cuando en realidad es el paso fundamental para prevenir posibles conductas suicidas”. Laura Gonzalez, secretaria nacional de Riesgos Labores del sindicato de Policía, Jupol, y una de las ponentes en los cursos de formación, que se imparten por toda España, explicaba de esta forma uno de los problemas a la hora de afrontar la salud mental en profesiones como la suya.  Según afirma, “cuando te rompes un brazo o una pierna trabajando todo el mundo sabe  qué hacer, sin embargo, cuando atraviesas por situaciones de gran carga emocional, tendemos a ponernos un caparazón”. Aunque desde la pandemia con el Plan de Suicidios de la Policía hay atención psicológica por teléfono las 24 horas, “el número de profesionales es muy pequeño, solo ocho para más de 70.000 agentes”. 

Además de pedir ayuda y de llevar una vida sana “sobre todo con el sueño, pese a los turnos”, “es importante  colgar el uniforme antes de entrar en casa”.

Te puede interesar