El novio de la posible víctima de la maleta compró garrafas de jabón para limpiar la habitación en Vigo

Un furgón de la Policía, pasando por Fragoso hacia Balaídos, horas después del registro llevado a cabo en el inmueble.
photo_camera Un furgón de la Policía, pasando por Fragoso hacia Balaídos, horas después del registro llevado a cabo en el inmueble.
El hombre que convivió con la posible víctima de la maleta en un piso en Fragoso adquirió el limpiador, según comentó en su día, para su habitación ante las quejas

El entorno de Balaídos seguía ayer conmocionado después de conocer que la mujer hallada muerta en una maleta en Espedrigada podía haber vivido como inquilina en un piso de la avenida de Fragoso. Según varios testimonios recabados en el vecindario, la posible víctima y su pareja solían tomar café en un bar cercano por las mañanas pero no se relacionaban demasiado. Ella, una mujer morena, de baja estatura, muy delgada y rondando los 60 años, caminaba encorvada junto a un hombre, algo más alto,  con bigote, gorra y bastón. 

 

 

La Policía seguía una pista que le llevó directamente a esa vivienda, alquilada por habitaciones, y donde los vecinos recordaban episodios de mal olor durante el verano y en ocasiones posteriores. De hecho, la pareja de esta mujer, llegó adquirir dos garrafas de jabón para limpiar que pidió precisamente con perfume debido, según habría comentado él mismo entonces, a las quejas en su piso porque su habitación olía mal. 

Las sospechas de que el cadáver hallado en la maleta podría ser el de esta inquilina cobraron fuerza después de comprobar no solo que sus características físicas coincidían, sino que no se sabía nada de ella desde el verano, cuando ella supuestamente se habría marchado sin la compañía de su pareja, que permaneció un par de meses más en el piso, comentaban en el vecindario. Desde entonces,  los vecinos no le habían vuelto a ver, aunque hay quien asegura que andaba por la zona de vez en cuando. 

El martes, los agentes junto con la comisión judicial llevaban a cabo el registro de la vivienda, situada en una quinta planta del número 83 de Fragoso. Examinaron durante horas la habitación donde residió la pareja, además de todo el piso.  De allí, recogieron varios efectos, entre ellos el colchón, de donde se tomaron muestras.  La Policía sigue buscando al compañero de esta mujer.

La Policía llevaba días vigilando el entorno de Fragoso

Aunque la Policía quiere llevar la investigación de la forma más discreta posible y ha recordado que hay secreto de sumario en la causa, su presencia no ha pasado inadvertida. “Llevaban varios días por aquí, tanto coches de patrullas como la que está camuflada”, explicaba un vecino de Balaídos.  No era el único, varios coincidían en que desde que apareció la maleta, la semana pasada, se habían encontrado con más Policía de lo normal, “incluso estuvo por aquí el helicóptero y un furgón”.

El martes, los agentes ya no pudieron camuflar sus intenciones. Fueron horas delante del edificio de Fragoso, “primero tres coches, después ya solo quedaba uno”.  En el número 83 aseguraban que “solo se escuchaba ruido desde el quinto, pero poco más”. Aun así, no se pudo evitar que vieran cómo se llevaban un colchón para una furgoneta y varios efectos. Una llamada de alerta fue la que puso a los investigadores sobre un piso compartido donde había residido una mujer de la que no se tenían pistas desde el verano y que coincidía con avisos por fuerte olor.

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