La investigación sobre el crimen de la maleta dio ayer un nuevo giro, después de que la Policía y la comisión judicial llevaran a cabo el martes el registro de un piso, donde se alquilan habitaciones, situado en la quinta planta de un edificio de la calle Fragoso 83, a escasos metros de donde fue encontrado el cadáver.
En dicho inmueble residió durante poco más de una semana en verano una mujer, española, de unos 60 años de edad, junto a su pareja, mayor que ella, y cuyas características coincidirían con el cuerpo hallado en el interior de la trolley. De ella no se volvió a tener noticia alguna desde entonces, mientras que el hombre permaneció allí otros dos meses antes de irse. La mujer, de baja estatura, delgada y morena, sería una persona con escasos recursos.
Durante todo el martes, hasta bien entrada la noche, los agentes examinaron a fondo no solo la habitación de la pareja, sino todo el inmueble, llevándose varios efectos, entre ellos el colchón, donde se habrían encontrado indicios de que se pudo producir un hecho violento. No obstante, habría testimonios asegurando haber visto a la mujer marchándose por su cuenta, algo que está tratando de corroborar la Policía. Sin descartar que allí fuera el escenario del crimen.
Los vecinos de ese edificio vieron a la pareja, que solía andar por la calle, pero no la conocían. Sí tenían constancia de que el piso en cuestión “llega y se marcha mucha gente” y que había jaleo con frecuencia. De hecho, durante el verano llegaron a dar a aviso a la Policía por el “mal olor” que había, “pero no encontraron nada". Algunos lo vinculaban a que habían tirado excrementos por la ventana.
Los agentes llevan tiempo investigando en la zona hasta que llegaron a ese piso en concreto. Las directrices de la Policía advirtiendo de no aportar información porque la causa está bajo secreto hizo que desde el piso donde residió la pareja se guardara silencio absoluto.
La Policía sospecha que el cadáver encontrado la semana pasada en una maleta en la calle Espedrigada podría corresponder a la inquilina de la que no se ha vuelto a tener noticias y se afana en la identificación genética y cotejo con las muestras recogidas en la habitación para confirmar dicha sospecha. Mientras, se inició la búsqueda de la pareja sentimental de esta inquilina, a la que se la habría visto por allí, y que está identificada.
La presencia policial por el registro corrió como la pólvora en todo el entorno de Fragoso y Balaídos, donde los comentarios no cesaron durante todo el día. “Yo ya he escuchado cinco versiones diferentes de lo que ocurrió”, “pensar que aquí mataron a una mujer”, eran algunas de las frases recogidas entre el vecindario donde se comentaba incluso que los dos eran personas en exclusión social. También alguien recordaba como en verano se dio aviso a la Policía al haber escuchado unos gritos de mujer: “Socorro, socorro”.
Descartada la vía portuguesa: “Está viva y no quiere volver”
La posibilidad de que la víctima del crimen de la maleta fuera Isabel Lima, una portuguesa a la que la familia buscaba desde septiembre, quedó ayer descartada. Este diario pudo confirmar que tras O Berbés estuvo hasta mediados de octubre en un albergue y que en la actualidad vecinos del entorno del Calvario la sitúan residiendo allí en una vivienda. Fueron varios los que ayer aseguraron haber estado con ella, “le gusta mucho pintar”. Un conocido explicó a este periódico que “está viva, pero no quiere volver con su familia, fue una marcha voluntaria y hay que respetarlo”. De hecho, explicó que ella misma. “Sabela”, dijo que iba a llamar a la Policía. Su propia hermana confirmó en un medio luso que está viva, pero que no pudo hablar con ella porque no quiere. Las informaciones de su paso por Vigo y llevaron a la Policía portuguesa a trasladarse a la ciudad.
