La mitad de los alumnos de Primaria del CEIP Vicente Risco, en Teis, participan en el proyecto ‘Son das Flores’, una iniciativa de integración que parte del propio centro y cuya coordinadora, la docente Sandra Fernández, afirma que está teniendo un “gran impacto social” en el barrio, además de una importante repercusión positiva en el rendimiento académico de los estudiantes.
Es por eso que a principios de curso tanto los propios niños como las familias pedían que se siguiera con esta orquesta infantil en la que los pequeños músicos comienzan construyendo un instrumento de cartón para familiarizarse con él de todas las formas antes de pasar a tocar música con el de verdad. Sin embargo, la falta de financiación –no reciben ayuda de ninguna institución y dependen de donaciones– casi les lleva a tomar una dura decisión: “En septiembre nos planteamos si seguir o no”, explica Sandra, “pero nos lanzamos otro año más con ella porque nos lo pedían mucho”. Así nació la idea del crowdfunding, para conseguir instrumentos para todos los participantes en esta actividad, pues por el momento sólo cuentan con unos 26 para los 40 alumnos que son parte de ‘Son das Flores’.
A 11 días de que termine su campaña de micromecenazgo en Verkami, el colegio ha recaudado 3.620 de los 6.500 euros que les hacen falta para comprar el resto de instrumentos y poder pagar a los profesores, pues aunque en el proyecto hay muchos docentes del centro involucrados, “queremos poder contratar a profesionales especialistas para que puedan seguir avanzando con los niños a un nivel cada vez mayor”, señala la coordinadora.
Sandra Fernández asegura que, pese a que sólo llevan un año con el proyecto de ‘Son das Flores’, “hemos cumplido los objetivos con creces”. La idea era ofrecer un espacio seguro a los alumnos donde desarrolalr una actividad integradora y transformadora como es la música. “Teníamos dos grupos a causa del covid y los niños nos pedían venir también cuando no les tocaba porque les encantaba estar aquí”, apunta.
Otro de los objetivos era trabajar los valores de la empatía y la tolerancia –el CEIP Vicente Risco cuenta con estudiantes de hasta 20 nacionalidades distintas– y a este respecto, Sandra comenta que “se respira un ambiente de paz y solidaridad”. Además, también ha influido positivamente en el rendimiento académico: “Cuando hicimos el concierto de final de curso algunos compañeros se sorprendieron al ver lo atentos y concentrados que estaban algunos alumnos con déficit de atención”.
