Las bonificaciones al combustible aprobadas por el Gobierno se aplican desde hoy en las gasolineras, pero el sector alerta de las dificultades a la hora de aplicar estas medidas.
La vicepresidenta de la federación gallega (Fegaes), Lourdes Franjo, reconoció ayer que “mucha gente” en su sector “se plantea cerrar” por las dificultades que plantea para sus respectivos negocios aplicar la bonificación de 0,20 euros por litro de combustible.
Aseguró que el Gobierno “ha tomado, sin duda, la peor decisión desde el punto de vista técnico y jurídico”, porque después de analizar el Real Decreto, “se ve que no hay por donde cogerlo”, que todo “está cogido con pinzas”.
Desde su punto de vista, “no es asumible” y “hay mucha gente que quiere cerrar”. Precisó que “es muy difícil” para las gasolineras aplicar ese descuento, porque los “ordenadores” de las estaciones de servicio “no están programados para ello” y, además, los negocios privados tienen que “adelantar el dinero”, sin saber todavía “cuándo y cómo se lo van a devolver”.
El presidente de Fegaes, Julio López, mantuvo ayer un encuentro con el director de Mobilidade, Ignacio Maestro, la directora de Planificación Enerxética, Paula Uría y la directora de la Axencia Tributaria de Galicia, Victoria González para abordar esta cuestión.
Al término, López reiteró su petición de que aclare la forma correcta de aplicar este descuento, que fije una fecha de compromiso para los adelantados de estas bonificaciones anunciados para las empresas con menor liquidez, e insistió en que no pueden ser los empleados de las gasolineras quienes adelanten los 20 céntimos si no cuentan con el sistema informático.
Por su parte, Franjo recordó que el sector está en una situación complicada, porque “todavía no se ha recuperado de la repercusión que tuvo la pandemia” y acaba de verse afectado “por la huelga en el sector del transporte”. “Ahora el Gobierno nos viene con esto. Por ello, reconoció que “mucha gente quiere cerrar”, aunque desde la asociación se “pide calma”, a la espera de que se aclare la situación.
Las comunidades de propietarios advierten de que quedan fuera de las bonificaciones
La mayor parte de los consumidores pueden beneficiarse ya de la rebaja de 20 céntimos por litro al precio de los combustibles aprobada por el Gobierno. Sin embargo, las comunidades de propietarios advierten de que la compra de gas para la calefacción y el agua caliente queda fuera de esta medida en todos los inmuebles que cuentan con una caldera central.
Según explica Samuel Soto, gerente de Samuel Gestión Fincas, “el problema viene por el tipo de mercado al que nos obligan a acudir, tienen en cuenta toda la comunidad como un gran consumidor y la tarifa que nos aplican es muy superior al precio que paga un consumidor único”. Así, señala que se da una situación “absurda”, ya que el mismo consumidor si tiene un sistema de caldera individual paga la tercera parte que si el sistema es centralizado.
Soto asegura que si el Gobierno toma medidas como desvincular el precio de la electricidad al del gas, la energía más cara en estos momentos, la situación podría mejorar, sin embargo plantea que se tomen medidas como ya ocurrió en Francia, donde el Gobierno extendió a las Comunidades de Propietarios los beneficios de las tarifas reducidas del gas. “Más del 70% de comunidades están tomando la decisión de reducir los horarios de la calefacción y vemos que los propietarios individuales también reducen su consumo, se nota la pobreza energética”, afirma Soto.
