Ni jabalíes ni ningún otro animal. La gran mayoría de las comunidades de montes de Vigo prohíben desde hace años la caza y entienden que seguirá siendo así a pesar de la emergencia cinegética que acaba de decretar la Xunta para “abatir o capturar” jabalíes en el 80% de la superficie gallega desde este sábado y hasta el próximo día 25 de febrero. Solo en alguna zona de Bembrive, Beade y Zamáns tienen algún tecor autorizado en los que se podrían organizar batidas, según señala la Comunidad de Montes de Vigo. Los comuneros optaron hace años por la prohibición no solo para favorecer la biodiversidad sino por el uso social de los montes, cada vez más frecuentados por personas que buscan el contacto con la naturaleza. Actualmente, solo se podrían cazar en estas superficies con su autorización.
En cuanto a las zonas más urbanas, donde también campan a sus anchas estos animales, no es posible la caza y se utilizan otras medidas como instalar trampas en los lugares que indiquen las autoridades municipales. A partir de ahí es el Concello el que se ocupa de abatir al animal, a través de empresas especializadas y bajo la supervisión de la Xunta. En ciudades como Lugo echaron mano de arqueros en su día.
Dentro de la provincia de Pontevedra, el permiso para controlar la población del jabalí estará en vigor para la comarca del Deza, Tabeirós-Terra de Montes, O Condado, Pontevedra y Vigo. Sin embargo, en la lista no figuran los municipios del Morrazo, como Cangas y Moaña, donde hubo accidentes de tráfico por atropello de jabalíes y encontronazos con esta especie de ciclistas o corredores. Tampoco aparecen explícitamente los municipios del Baixo Miño, donde también están presentes.
La medida de la Xunta, que afecta a 248 munipios repartidos en 37 comarcas, tuvo en cuenta varios criterios como los daños en la agricultura, los accidentes de tráfico o la posible afectación al ganado porcino.
La Xunta ya declaró tres veces esta emergencia, la primera en 2019 para 33 municipios, la segunda en 2021 para 29 comarcas y la actual, que entra en vigor mañana, abarca una superficie muy superior.
Según la Consellería de Medio Ambiente, en la temporada 2022-2023 se recibieron en el 012 más de 4.000 llamadas por daños ocasionados por el jabalí y son 900 más que en la temporada anterior. A falta de un censo, se utiliza este indicador y el número de ejemplares cazados en la última temporada, unos 19.000 jabalíes.
Vigo y los jabalíes
A pesar del asfalto, que ocupa buena parte del territorio vigués, la ciudad cuenta con un destacado cinturón verde donde pueden anidar los jabalíes. Estos ejemplares pasean por las ciudades en busca de alimento e incluso van a las playas como a la de Fortiñón en Saiáns. Los vigueses tuvieron más de una experiencia con esta especie.
Este mismo verano Matamá lanzaba la voz de alarma por los destrozos en campos de maíz, ya en fase de maduración, y de patatas de vecinos de la parroquia. En octubre del año pasado, una pareja de jabalíes se dio un paseo desde Samil hasta el parque García Picher, próximo a la calle Coruña, donde fueron capturados por la Policía Local. En el confinamiento de la pandemia lo tuvieron aún más fácil, con paseos por la playa de O Vao y por el barrio de Coia, donde fue necesario abatir a un ejemplar.
En cuanto al tráfico, también sorprendieron a más de un conductor, sobre todo en la avenida Clara Campoamor y en Arquitecto Palacios. En ocasiones, la Policía Local recibe llamadas de ciudadanos que vieron jabalíes pero cuando llegan a la zona ya se habían ido.
Según la Dirección General de Tráfico, las principales arterias de Vigo registraron 68 accidentes de tráfico motivados por animales, entre los que destaca el jabalí, con 51 choques.