Los crímenes de la maleta de Balaídos, el de Lavadores y el de Coia alarman a la ciudad. Los intentos de homicidio y asesinato crecieron un 125%
La escalada de violencia en Vigo se ha intensificado en menos de mes y medio. Desde finales de febrero, la ciudad ha registrado tres crímenes y dos intentos de homicidio, en un momento en el que la Comisaría se encuentra al mínimo en personal, al tener que derivar a sus ya escasos efectivos a las oficinas del DNI por falta de administrativos. Los últimos datos del Ministerio de Interior referentes a 2023 reflejaban un descenso de la criminalidad, tras haber marcado récord en 2022, con lo que las cifras seguían siendo muy altas. Pero lo preocupante de las cifras es el incremento de delitos graves, como los intentos de homicidio y asesinato, que crecieron un 125%.
A eso, se suma otra subida, la referente a delitos de drogas en un 15,2%.
Fuentes del ámbito de la investigación de estupefacientes en Vigo aseguraban que el mercado está sobre abastecido, hay demasiada droga en las calles y eso está generando un aumento de la violencia. De los cinco episodios graves registrados, la Policía vincula tres de ellos con asuntos relacionados con los estupefacientes. El problema, comentaban, es que donde hay droga siempre hay un arma, lo que eleva el riesgo de que cualquier conflicto pueda acabar en tragedia.
Los sindicatos llevan años solicitando más efectivos para la Comisaría, que padece históricamente un problema de personal por contar con un catálogo obsoleto.
La Confederación Española de Policía cifra en unos cien agentes los que se necesitarían en la ciudad para hacer frente a la carga de trabajo. “Desde Interior deberían explicar cómo es que por falta de policías en Vigo para poder perseguir otros delitos se ha tenido que pasar de tres grupos de investigación contra el tráfico de drogas, a solo dos”, explicaban desde dicho sindicato.
