Los juzgados recibieron en lo que va de año una media de siete demandas al mes por problemas relacionados con impagos de cuotas, obras o incluso reuniones de juntas
El funcionamiento de las comunidades de propietarios de un edificio no siempre es sencillo. Cada año, los juzgados reciben una media de entre 50 y 60 demandas referentes a distintos conflictos que surgen entre los dueños de las viviendas y que no han podido solucionarse mediante las juntas o reuniones.
Aunque el número de demandas se ha mantenido prácticamente en los mismos niveles desde la pandemia, el primer trimestre del año refleja un importante repunte respecto a periodos similares de años atrás. Según los procedimientos que se han ingresado en Primera Instancia de enero a marzo, la cifra superaría los siete al mes, con un total de 22 frente a los 12 que llegaron en los primeros meses de 2023.
Las razones son variadas desde el impago reiterado de cuotas de la comunidad por parte de algún propietario moroso, hasta conflictos relacionados con el acometimiento de obras en espacios comunes o en las propias viviendas con afectación al resto de inquilinos, e incluso con discordancias en las actas o libros de las juntas realizadas.
La instalación del aire acondicionado en un piso llevó a la dueña a interponer una demanda a la comunidad de vecinos que tras autorizar su instalación en una junta ordinaria, la rechazó posteriormente en dos juntas generales extraordinarias, acordando la anulación del punto del día en que se solicitaba el permiso.
El Juzgado de Primera Instancia 11 de Vigo rechazó la demanda, que fue recurrida ante la sección sexta de la Audiencia. El tribunal, en un fallo de diciembre pasado, ratifica la decisión inicial y tumba las pretensiones de la dueña, al rechazar el carácter abusivo del acuerdo. Ella quería instalar el aire acondicionado para poder llevar a su bebé a casa, acordándose en un primer momento la instalación del compresor en el tejado, cerca del patio de luces para evitar molestias. Sin embargo, se convocó otra junta extraordinaria ante la oposición de varios propietarios por los niveles de ruido.
Daños por el derrumbe de un falso techo
Los daños ocasionados en el propio edificio también puede llevar a una comunidad de propietarios al juzgado. El derrumbe del falso techo en un local situado en el bajo de un edificio fue la causa de que la compañía aseguradora del propietario interpusiera una demanda ante el juzgado de Primera Instancia 14. Reclamaba el pago de los daños abonados, 6.420,36, a la comunidad y a su compañía de seguros, argumentando que dichos daños tenían su origen en elementos comunes. El suceso afectó a una escuela de formación que tenía arrendado el local. El juzgado desestimó la demanda al haber prescrito la acción y la sección sexta de la Audiencia ratificó dicha resolución a finales de 2023, imponiendo a la parte apelante las costas procesales, si bien contra dicha sentencia cabía interponer recurso de casación o extraordinario por infracción procesal.
Tampoco fue admitida la demanda presentada por una comunidad contra su expresidente para que entregara los libros contables y los de actas de las juntas, al no constar expreso acuerdo de la junta en facultar al presidente a nombrar abogado y procurador para esa petición