El bitcoin agrava la crisis de los chips

Granja de minería de criptomonedas
photo_camera Granja de minería de criptomonedas.

La alta demanda de equipos informáticos dedicados a la minería de criptomonedas empeora la escasez de los semiconductores que ha obligado a paralizar la producción de vehículos en la planta de Stellantis Vigo

La crisis mundial de los microchips está causando un impacto especialmente importante en Vigo. Sus principales efectos se dejan ver en la paralización de la producción de la factoría de Stellantis en Balaídos de forma indefinida, pero también en la creciente dificultad de hacerse con equipos informáticos como tarjetas gráficas, ordenadores, teléfonos móviles y videoconsolas como la Playstation 5, que siete meses después de su lanzamiento todavía no ha llegado a las estanterías de las tiendas de la ciudad.

Detrás de la escasez de componentes se encuentran multitud de factores entre los que el auge de criptomonedas como bitcoin juega un papel fundamental. “Se ha dado una tormenta perfecta alrededor de los semiconductores, la pandemia, ciertos problemas climáticos y la minería de criptomonedas ha hecho que los dos principales fabricantes de semiconductores en el mundo, Samsung y TSMC, se vean saturados”, asegura Carlos López Ardao, jefe del departamento de Ingeniería Telemática en la Universidad de Vigo.

El auge del bitcoin se ha dejado notar en la ciudad donde durante los últimos años con la apertura de cajeros e incluso locales que giran alrededor de esta criptomoneda como el Bitcoin Rock Café, la primera cafetería temática dedicada a las criptomonedas que permite a los clientes pagar sus consumiciones con este dinero digital. Pero si bien la inversión en esta divisa es cada vez más habitual en Vigo, la tecnología que está poniendo en jaque a la industria de la ciudad y de todo el mundo depende de las conocidas como “granjas de minería”, presentes principalmente en países como China.

Todas estas divisas digitales están basadas en la tecnología del “blockchain”, que para garantizar que nadie es capaz de romper el sistema obliga calcular una serie de retos matemáticos que necesitan de una enorme potencia de cálculo. Se denomina mineros a los ordenadores que forman la red y validan las operaciones de compra y venta de las criptomonedas.

Al realizar esta labor, el sistema les ofrece 6,25 bitcoins por cada reto que resuelven en un momento en el que cada una de estas monedas digitales está valorada en más de 30.000 euros. Ante esta situación, López Ardao señala que se está produciendo una auténtica “carrera por la minería por parte de los grandes centros de datos que compran miles de ordenadores conectados a tarjetas gráficas que utilizan los semiconductores, agravando su escasez”. A día de hoy, la minería de criptomonedas como el bitcoin se encuentra controlada en su mayor parte por un oligopolio de compañías mayoritariamente chinas dedicadas a mantener la red.

“Las criptomonedas también están causando un problema medioambiental”

Además de la crisis de los microchips, que se prevé que afecte a la industria a lo largo de todo el año, el bitcoin también estaría provocando un enorme impacto en la crisis climática. “Las criptomonedas están causando un gran problema medioambiental, estamos destinando miles de microchips, gastando una cantidad de energía y una capacidad de cálculo tremenda para generar estas monedas virtuales, creo que habría que regularlo”, afirma López Ardao.

Esto se debe a que minería de criptomonedas requiere un gran consumo energético por parte de los ordenadores utilizados para mantener la red. Según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, el sistema que permite el funcionamiento del bitcoin emplea 129,24 teravatios-hora por año, más de lo que consumen anualmente países enteros como Argentina. López Ardao también considera que a día de hoy las criptomonedas funcionan como “dinero negro digital”, al mantenerse al margen de los registros bancarios. A pesar de todo, destaca que el blockchain es una tecnología muy prometedora que se podría utilizar en otros ámbitos.

Precisamente las preocupaciones medioambientales alrededor del Bitcoin motivaron que recientemente la empresa de coches eléctricos Tesla anunciase que dejará de aceptar esta divisa como forma de pago para sus vehículos eléctricos ante el enorme impacto climático que supone el sistema que sostiene su funcionamiento. Un anuncio que fue seguido por un desplome en el valor de la criptomoneda. Además, el propio banco central de China emitió un comunicado esta misma semana afirmando que este dinero virtual “no es una divisa real” y que “no debería ni puede usarse como una divisa en el mercado”, refiriéndose a sus elevados precios como “especulación”.

Los timos con divisas digitales, cada vez más frecuentes en Vigo

El creciente interés de los vigueses por invertir en las criptomonedas también ha traído consigo un auemnto de los timos y estafas relacionados con estas divisas digitales. Durante el último año la Policía registró varias denuncias de perjudicados en la ciudad. La mayor parte de los casos tienen que ver con inversiones a través de páginas que simulaban ser oficiales a través de las que los afectados llegan a perder, en algunos casos, importantes cantidades de dinero.

Además, la Policía revisa estas denuncias para comprobar si están conectadas con el caso Arbistal, que suma más de mil perjudicados en toda España y que ha llevado a la creación de una plataforma de afectados por lo que podría ser una trama de inversiones mediante criptomonedas a través de esta sociedad, con la intención de estafar a los clientes. También son cada vez más habituales los virus informáticos que utilizan ordenadores ajenos para la minería de estas divisas digitales, ralentizándolos e incrementando el consumo eléctrico de sus dueños.

Miles de equipos para fabricar dinero virtual

Las granjas de minería de criptomonedas pueden conformarse por miles de dispositivos informáticos que trabajan a máxima potencia para generar dinero digital, consumiendo mucha energía y aumentando la demanda de microchips.

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