El alquiler en Vigo continúa al alza y la media supera ya la mitad del salario mínimo

El precio del alquiler en Vigo parece no encontrar techo. Un progresivo ascenso de su valor medio, acentuado a partir del 2020, ha dejado un dato curioso, según indica el Observatorio Galego de Vivenda: pese a la previsible próxima subida del SMI a los 1.134 euros al mes, el alquiler en territorio vigués se sitúa de media en 611 euros. Esto es más de la mitad de la cuantía mínima percibida por cada trabajador. En una década, el arrendamiento de una vivienda pasó de encontrarse ligeramente superior a los 400 euros (417 concretamente) a superar los 600. Casi 200 euros de diferencia. Pese a todo, es la segunda urbe gallega con los precios más disparados. En cabeza se sitúa, por un estrecho margen, A Coruña, que cuenta con más contratos firmados de alquiler y con un importe medio desembolsado de 618,7 euros.

Pese a que la pandemia lo encareció todo, la mayor subida se produjo este año, con un 8,12% más respecto al año pasado. En 2022, el alquiler medio se encontraba en los 561 euros al mes. Eso es 50 euros más en 2023, aumentando su importe medio por metro cuadrado de 5,98 euros a 6,37. El número de contratos también ha ido subiendo año a año hasta el 2020 por el covid. En ocho años se ha pasado de 3.134 contratos en Vigo a 4.943. Curiosamente, en 2023 el número de pisos se redujo, pasando de 5.681 a 5.154. No fue un caso aislado en Galicia. Tanto A Coruña, como Santiago o Pontevedra también vieron como sus alquileres se reducían en el último año. Todo ello calculado en base a las fianzas depositadas a lo largo del año.

Desde la explosión de la pandemia, en Vigo el alquiler medio se ha encarecido 116 euros, mismo dato que registra A Coruña. Sin embargo, no son las ciudades donde más se disparó el precio. Pontevedra pasó en 2019 de un coste medio de 459,2 a los actuales 581 euros, 122 más, mientras que Santiago, ciudad de arrendamiento universitario por excelencia, ha visto incrementado el coste del alquiler en 121 euros (de 444,9 a 565).

La urbe gallega más barata es Ferrol. Aunque no supera los mil contratos en vigor, su importe medio se sitúa en 436 euros. Desde que el Observatorio Galego da Vivenda tiene registros, siempre fue la ciudad gallega más asequible económicamente para vivir, con un estrecho margen sobre Lugo. Ambas, junto con Ourense, no superan los 500 euros. El alquiler en Vigo sigue aumentando su valor y, aunque depende de la zona para residir, ya sea centro urbano o área metropolitana, para un trabajador que perciba el SMI puede costarle más de la mitad de su sueldo.

La costa, cada vez más cara; el interior, en caída libre

La demanda costera de los habitantes de Vigo hace que el precio medio en zonas cercanas al mar se disparen, mientras que en parroquias del interior, como Cabral, Bembrive o Beade, el alquiler se encuentra cada vez más barato. Según el Observatorio Galego de Vivenda, San Miguel de Oia y Coruxo son las localidades donde más ha aumentado el precio medio de un arrendamiento. En el caso del primero, pese a ser poca oferta (tan solo 28 hogares), el coste ya alcanza los 1.483 euros de media, la mayoría de viviendas muy cercanas al mar. Coruxo, con 23 casas, se disparó hasta 300 euros más en un año. En el centro urbano vigués, la zona de García Barbón, Areal y el entorno de Santiago de Vigo es la más cara (714,5 euros), junto a los aledaños de O Castro y la calle Venezuela (657,4). Alcabre y Navia también han visto elevado su precio medio con respecto al 2022, pasando de 635 a 665, 30 euros más. Sorprende el caso de Balaídos, que pierde hasta 40 alquileres pero su precio medio roza los 600 euros.

En el caso contrario, existen zonas que han visto reducido su precio medio, como son Bembrive, Candeán y Cabral. Ambas tienen en común que son localizaciones de interior, donde la oferta y la demanda es más reducida. También son los lugares con un coste medio para su alquiler más barato, oscilando entre los 440 y los 470 euros. Beade, con 30 hogares alquilados, también entra dentro de ese baremo de precios.