Gondomar, la cantera miñorana de artistas urbanos

Samu Piñeiro Durán junto a Gory, bajo la autopista de Vilaza en Gondomar.
photo_camera Samu Piñeiro Durán junto a Gory, bajo la autopista de Vilaza en Gondomar.
El muralista local Gory crea escuela y junto a Samu Piñeiro, de 12 años, crean mano a mano un museo abierto bajo el puente de la AG-57

Gondomar se apunta un suma y sigue en la artes urbanas con un nuevo espacio a golpe de spray, y es que al pionero “Gory” le ha salido un sucesor. Siguiendo su estela en los pilares del puente de la autopista AG-57 en Vilaza, Samu Piñeiro Durán, un joven de Donas de tan solo 12 años de edad, se ha propuesto crear un auténtico museo a cielo abierto sirviéndose de la última tendencia estadounidense, los murales interactivos, que, jugando con la perspectiva, permiten introducirse en las composiciones. La idea todavía va más allá porque las obras estarán interconectadas entre sí mediante códigos QR. Así, a través del enlace incorporado en los murales ubicados en el cruce que lleva al Centro Cultural de Vilaza, los visitantes obtendrán el itinerario para llegar a los realizados por Gory a pocos metros, años atrás, pero también se interconentarán con cualquier elemento patrimonial de interés como los pazos de Villarés o Papillón, entre otros.

A Samu la pasión por pintar le viene de muy pequeño, concretamente desde los seis años, cuando vio a su mentor en acción pintando un mural en el colegio de Donas. “Lo vi y me quedé flipando, molaba mucho”, relata el joven, que sin pensarlo corrió a decirle a su madre lo que había presenciado. Un 6 de enero, Samu recibió como regalo de Reyes su primer spray y un vale por unas clases de pintura que como no podría ser de otro modo tenían que ser impartidas a la fuerza por Gory.  A partir de aquí comenzó una relación que hoy se materializa en los pilares de Vilaza. Mano a mano y del boceto a la pared están representando lo que para el gondomareño es una visión apocalíptica provocada por el cambio climático. Ocho probetas llenas de formol y siete especies extintas, una de ellas vacía para que los visitantes puedan retratarse dentro y colgar su foto en redes sociales. Llevan una semana a razón de cuatro horas diarias y cuentan con rematar antes de que remate el mes. Para ello necesitarán más de 200 botes de pintura. La idea es seguir pintando en otros lugares, algo en lo que el Concello ya esta trabajando.

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