La vitamina D en el embarazo

El trastorno gotoso aparece en las articulaciones como una acumulación de ácido úrico (AU), un producto final del metabolismo de las purinas contenidas en muchos alimentos. De los grupos de alimentos con mayor contenido en purinas destacan las carnes (incluidos extractos y jugos de carnes), las aves, los pescados (sardinas, arenques, anchoas, caballa, etc.), las vísceras, los embutidos y la levadura. Los vegetales y las legumbres con un contenido moderado, y los huevos, lácteos desnatados, arroz, pastas y gran parte de los vegetales y frutas integran el grupo de alimentos con bajo contenido en purinas.

La investigación ha demostrado la asociación entre la ingesta de alimentos de origen animal y el riesgo de padecer un episodio de gota. En este sentido como ejemplo se ha descrito que comer carne de cerdo, ternera o cordero 2 o más veces por semana, incrementa un 50% el riesgo, y el consumo de atún y otros pescados 2 o más veces/semana aumenta el riesgo un 30%. Por otra parte, el consumo diario de lácteos desnatados disminuye en un 40% el riesgo. Otros alimentos asociados a la hiperuricemia incluyen alcohol, bebidas azucaradas, y productos con fructosa. Dichos alimentos no contienen purinas, sin embargo, incrementan los niveles de ácido úrico en sangre. El metabolismo del alcohol en el cuerpo aumenta la producción de AU, el consumo particularmente de cerveza y, en cierto grado, de bebidas destiladas está relacionado con un aumento del riesgo de gota.

Los planes dietéticos para la gota ayudan a disminuir el ácido úrico circulante y atiende el exceso de peso como factor relacionado con el riesgo y control de la enfermedad. Aunque el tratamiento nutricional no logre curar la patología, puede reducir el riesgo de episodios recurrentes y limitantes, y hacer que el daño y la presión en la articulación avance más lentamente.

Pautas de consumo de alimentos en la hiperuricemia y en la gota:

1.- Disminuir la frecuencia de consumo de carnes, especialmente de ternera, cerdo y cordero, descartando totalmente de las comidas, vísceras como el hígado, el riñón y los sesos. Es una medida eficaz prescindir de caldos, salsas y consomés a base de carnes de las preparaciones habituales.

2.- Limitar el consumo de pescado y marisco como, anchoas, arenques, sardinas, mejillones, vieiras, trucha, caballa y atún.

3.- Evitar el alcohol, especialmente cerveza y licores. También incrementan el AU bebidas azucaradas como refrescos y los alimentos con fructosa (edulcorantes como el sorbitol, por ejemplo).

4.- Beber abundante agua para mantenerse hidratado. Intentar beber entre 8 y 10 vasos de líquidos por día procurando que, al menos, la mitad de esa cantidad sea agua.

5.-Incluir vegetales variados. Se ha observado que los vegetales con alto contenido de purinas no aumentan el riesgo de gota ni de ataques recurrentes. Una dieta saludable a base de abundantes frutas y vegetales puede comprender alimentos vegetales como espárragos, espinacas, champiñones, guisantes, coliflor o las legumbres.

6.-Mantener una ingesta adecuada de Vitamina C ayuda a disminuir los niveles de ácido úrico. Es necesario valorar la suplementación con su médico o nutricionista para incluir o no al plan de medicación y dieta.

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