Fresas y arándanos y sus posibles efectos

Fresas y arándanos
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Sus compuestos pueden ser muy beneficiosos en enfermedades crónicas
Las fresas y los arándanos son dos de las bayas más consumidas y en general, se caracterizan por sus compuestos altamente nutritivos, incluyendo minerales, vitaminas, ácidos grasos y fibra dietética, así como por su alto contenido y diversidad de compuestos bioactivos. Estos elementos bioactivos (compuestos fenólicos y ácidos orgánicos) se han asociado con efectos protectores contra enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, Alzheimer y otros trastornos. En este trabajo se revisaron 16 estudios de intervención humana que investigaron los efectos beneficiosos para la salud del consumo dietético de fresas y arándanos sobre la inflamación, la enfermedad cardiovascular o la función cognitiva y la salud mental.
Las fresas y los arándanos se consumen mayoritariamente en forma fresca y congelada, así como en productos alimentarios procesados ​​y/o derivados (yogures, bebidas, zumos, mermeladas y jaleas). Numerosos ensayos demostraron que, entre otros alimentos, las fresas y los arándanos ayudan a proporcionar y reducir el riesgo de desarrollar varias enfermedades crónicas. Los efectos favorables para la salud se asocian como efectos de defensa ante patologías de carácter crónico como enfermedades cardiovasculares, cáncer, Alzheimer y otros trastornos.
En conjunto, esta revisión de los estudios en humanos plasma en sus conclusiones, que se proporcionan tendencias para una mejora de la salud mediante el consumo diario de fresas o arándanos. En algunos estudios, la intervención con fresa mostró efectos favorables sobre la inflamación, la sensibilidad a la insulina, el estado antioxidante, la respuesta a la insulina y la distribución o tamaño de los lípidos en sangre, mientras que algunos estudios no mostraron ningún efecto sobre esos atributos. La intervención del arándano mostró efectos positivos en algunas pruebas cognitivas y, en algunos casos, efectos selectivamente buenos sobre la presión arterial, la función endotelial, la sensibilidad a la insulina o el estrés oxidativo. Sin embargo, varios autores discutieron la necesidad de grupos de sujetos más grandes y períodos de prueba más largos para obtener hallazgos más sólidos.
Los investigadores señalan asimismo que tanto la cantidad-dosis de antocianinas, así como la edad, el estado de salud general y el sexo de los participantes de las intervenciones también pudieron haber influido en los resultados de los estudios revisados. La exposición de recomendaciones finales para futuros trabajos sugiere utilizar bayas frescas en lugar de preparados en polvo. La mayoría de los autores concluyeron que el consumo diario de fresas o arándanos puede tener un efecto positivo en la salud, lo que debería investigarse más ampliamente.
REF: Compuestos bioactivos de fresa y arándano y sus posibles efectos sobre la salud basados ​​en estudios de intervención humana: una breve descripción. 
Nutrientes 2019 Jul; 11 (7): 1510.

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