Muchos alimentos pueden aliviar la condición seca de la piel y mejorar su aspecto. Para lograrlo es necesario que la dieta aporte suficiente agua y nutrientes fundamentales como ácidos grasos, vitaminas y antioxidantes.
La piel es un órgano extenso con muchas funciones (de protección, soporte, secreción...) y una renovación constante. Esta característica demanda una alimentación adecuada que proporcione los nutrientes imprescindibles para mantener sus propiedades.
La ingesta diaria de líquidos, incorporada normalmente en una alimentación equilibrada debe mantenerse alrededor de 1,5 litros diarios, incluso mayor, en personas muy activas y que viven en climas cálidos. Parte de la hidratación diaria puede realizarse a través de alimentos con mucha agua como la fruta fresca. La mayoría aportan una buena cantidad de líquido, algunas como las naranjas, el melón y las sandías tienen cerca de un 90% de humedad en su composición. Pueden consumirse en cualquier momento del día y llevarse fácilmente al lugar de trabajo, de ocio o deporte.
Por otra parte, será importante que estén presentes alimentos ricos en sustancias antioxidantes como vitaminas y polifenoles, que ayudan en la regeneración de las mucosas y de la piel. La vitamina C y la vitamina A son imprescindibles en la formación de colágeno, un compuesto responsable de la elasticidad de la piel. Podemos obtener vitamina C de la fruta fresca y en los alimentos enriquecidos. Los alimentos fuente de vitamina A incluyen huevos, hígado, mantequillas, zanahorias, entre otros.
Los ácidos grasos omega 3 contenidos en semillas (chía, lino, calabaza,..) y en pescados azules como salmón, sardinas, jureles y atún, son fundamentales para mantener la integridad de las estructuras, el espesor, el metabolismo y la hidratación de la piel. Las sustancias antioxidantes contenidas en la mayoría de las frutas y hortalizas ejercen un papel foto-protector.
Una forma muy práctica de aumentar estos componentes en las comidas es añadir pequeñas cantidades de frutos rojos a las ensaladas o primeros platos. También mezclando lechugas y brotes de invierno con grosellas rojas ó arándanos, escarola con laminillas de fresa, brotes de espinaca fresca con granada o bayas de goji. Estas combinaciones aportan un extra vitaminas antioxidantes al tiempo que enriquecen el sabor y la textura de las recetas. Si se añade alguna fruta u hortaliza de color naranja -zanahorias, calabaza, etc.- a las guarniciones, aumentan los antioxidantes carotenoides de la dieta.
Los caldos de verduras, los zumos, las infusiones y las gelatinas son buenas alternativas a la toma de agua como bebida.
MERIENDAS PARA PIEL SECA
Lunes: 1 taza de yogur con arándanos y semillas de chía.
Martes: 2 mandarinas. Granizado de canela y jengibre.
Miércoles: 1 vaso de leche de soja con 2 cucharadas de granola con semillas de calabaza.
Jueves: 1 taza de gelatina de fresas. 1 taza de melón.
Viernes: 1 pera cocida con canela.
Sábado: 1 vaso de zumo de naranja. 4 fresones.
Domingo: 1 tostada con mantequilla enriquecida. Infusión de frutos rojos.
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