La sede viguesa de la Audiencia Provincial celebró ayer la vista contra un hombre de Pazos de Borbén acusado de abusar sexualmente y coaccionar a su sobrina menor de edad y a una amiga suya, también menor, en diciembre de 2016. Las partes llegaron a un acuerdo de conformidad, aceptando el procesado los hechos relatados en el escrito de la Fiscalía, que inicialmente pedía 25 años de prisión para el varón, quedándose estos en 5 años y 2 días por dos delitos de abuso sexual a menores de 16 años, otros dos delitos contra la indemnidad sexual a menores de 16 años en grado de tentativa y un delito por coacciones.
Los hechos ocurrieron hace casi seis años, en la casa de la menor. En un contexto que no ha trascendido, el ya condenado intentó abusar de su sobrina, por aquel entonces de unos 15 años, llegando a desabrocharle el pantalón y a realizar tocamientos en la zona genital. A su amiga, de una edad similar, según relata el escrito de acusación de la Fiscalía, trató de besarla en la boca, abandonando la habitación en la que ocurrieron los hechos poco después. Además, ese mismo día la sobrina del acusado alega que él no la dejó salir de casa, hecho por el que fue acusado de un delito de coacciones.
Días después, el hombre mantuvo conversaciones por WhatsApp con las dos víctimas en las que llegó a enviarles fotografías de él mismo con el torso desnudo y mensajes subidos de tono con proposiciones supuestamente sexuales que no llegó a materializar. Es por eso que se le acusó de dos delito contra la indemnidad sexual de menores de 16 años en grado de tentativa, pues según la defensa, las proposiciones no han quedado suficientemente acreditadas durante el juicio y, además, el ya condenado no logró el fin que perseguía con dichas proposiciones.
De esta forma, tras la vista celebrada ayer en la sección quinta de la Audiencia Provincial, el varón ya cuenta con una sentencia firme por estos tres delitos: dos penas de dos años por abuso sexual a menores, dos penas de tres meses y un día por los dos delitos contra la indemnidad sexual y una pena de seis meses por el delito de coacciones. En total, cinco años y dos días. Además, deberá indemnizar a cada víctima con 6.000 euros y estará inhabilitado durante 5 años tras su salida en prisión para realizar cualquier profesión que requiera contacto con menores.
El acusado acudió ayer a la vista en los juzgados de Vigo escoltado por dos policías, pues ya se encuentra en prisión por otras causas no relacionadas con delitos de esta naturaleza. Durante la celebración de la misma, reconoció que aceptaba voluntariamente las penas impuestas y negociadas por su abogado, pero que lo hacía “porque no me queda más remedio”, pues sostenía que los hechos relatados por la Fiscalía eran mentira.
