La portería serbia la defendió ayer un jugador español de nacimiento. Gallego, para más señas. Ourensano, por concretar. Vanja Milinkovic Savic nació en Ourense en febrero de 1997, ya que su padre, Nikola Milinkovic, jugaba por entonces en el Chaves portugués pero residía en Verín. De hecho, en la temporada siguiente, acabó llegando a mitad de curso al Ourense -en enero del 98-, por entonces en Segunda División.
La estancia de Vanja en España fue efímera. Más tiempo estuvo su hermano Sergej, también titular ayer con Serbia y, en su caso, nacido en Lleida. Hoy, el hermano mayor juega en la Lazio y el pequeño, en el Torino.
Lo cierto es que Vanja fue uno de los jugadores más destacados de Serbia en el duelo de ayer contra Brasil. Sacó varios mano a mano a los delanteros brasileños, especialmente al madridista Vinicius y al barcelonista Raphinha, e incluso en la acción del primer tanto brasileño sacó una buena mano al jugador del bloque blanco, aunque después no pudo evitar el remache de Richarlison. Y en el segundo tanto, poco pudo hacer para evitar el escorzo goleador del delantero del bloque suramericano.
En un Mundial sin futbolistas gallegos, al no haber llevado Luis Enrique Martínez ninguno de los que tenían opciones (Borja Iglesias, Brais Méndez o Iago Aspas), Vanja pasa por ser lo más parecido. Serbia aún tiene muchas opciones de pasar a octavos.
