El filipino Manuel Ocampo inauguró ayer una muestra con sus últimas creaciones en Vigo

“Mis cuadros son sucios y caóticos como Manila”

Manuel Ocampo, junto a una de las obras realizadas en la galería viguesa.
Manuel Ocampo, artista filipino, formado en Los Ángeles y residente en Sevilla, expone desde ayer en la galería viguesa Adhoc, en Joaquín Loriga. Considerado como un valor en alza, se encuentra inmerso en la búsqueda constante de su identidad. Imbuido en el espíritu de la inauguración, reflexionó sobre su obra.

Para esta exposición creó dos piezas in situ, ¿cómo se justifica?
Cuando vi el espacio de la galería Adhoc sentí que la exposición necesitaba algo dramático. Quería hacer dos pinturas murales, pero decidí hacerlas sobre lienzo. Fue un desafío ya que sólo tenía un par de días. Afortunadamente, pude terminar ambos trabajos en dos días.

En su propuesta mezcla figuración con abstracción, ¿cuál es su sitio?
Dónde yo me encuentro más cómodo es entre la figuración y la abstracción. Sobre todo, en la práctica de la pintura, en el proceso diario de creación y buscando la comunión con los fantasmas de los artistas muertos.

El arte es demasiado serio. Yo quería que el título fuera divertido. Creo que las ideas más importantes deberían contener palabras ridículas para conectar con el significado que se quiere expresar. Muchas veces se ha repetido que la pintura ha muerto. El título se refiere al hedor del cuerpo putrefacto de la pintura, lo cual da vida como un fertilizante.

No sé, probablemente haya copiado estas imágenes de Picasso; pero en serio, estas pinturas de algún modo son ridículas porque son un poco “feas”. Encuentro mi inspiración en la historia de la pintura, porque es como una gran piscina dónde ya hay muchos pintores, y entrar ganas de tirarse en el agua y disfrutar. Pero, ¿cómo hacerte con tu propio espacio? Uno puede echar una onza de chocolate en la piscina como en la película “Caddyshack”, el resto piensan que es un ataque de “mierda”. En términos pictóricos la onza de chocolate es el llamado mecanismo abyecto – transgresivo que nivela el terreno porque nadie quiere morir con él. Es el significado que hay detrás de mis criaturas.

Mis cuadros son sucios y caóticos como es Manila y en relación a España, los cuadros son como los de Goya después de una bacanal.

Odio estar enfrente de la cámara, por eso no me gustan mucho las películas, hacer una película es como ir al dentista, solo que el dentista te alivia el dolor. Las películas solo crean problemas porque la gente tiende a mezclar la fantasía con la realidad.


Sí.

No me gusta ser artista, preferiría ser billonario...

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