Cantautor argentino, autor de temas como No me llames extranjero, Violetta o Elegía a un tirano ya convertidos en himnos, llega a Vigo una vez más con su último trabajo Independencia. Actuará hoy y mañana en el teatro Ensalle, local que inauguró hace siete años. Sencillo y sincero, Rafael Amor compartió con los lectores de Atlántico sus experiencias a lo largo de medio siglo sobre el escenario.
¿Qué Rafael Amor esconde su nuevo disco Independencia?
Es un álbum que realicé el año pasado con motivo del bicentenario de la Revolución de Mayo, un evento muy importante para Argentina. Mezclo el humor y la poesía para que la gente lo pase bien escuchándolo.
En este trabajo contó con unas colaboraciones muy especiales.
Menos Mucho bicho, compuesto por Guido Tonina, el resto de las letras son mías. Pero en el tema La veleta canto con mi hija Delia, y en la samba Independencia lo hago con mi hijo Salvador. Por otra parte, La silenciosa, dedicada a mi madre, la interpreto con el artista Jairo, de quien también es el autor de la música.
¿Cómo es posible que después de 50 años sobre el escenario mantenga ese carácter combativo
Canto desde mi clase. No nací en una casa rica y sigo siendo un trabajador. Me preocupa todo lo que le atañe a los míos. Si veo injusticias, las canto. Otros no les conviene.
En el Ensalle es un teatro muy íntimo, muy limpio, se nota la cercanía del público. Creo que lo importante es cantar. Yo reinauguré el teatro principal de Zamora, con la Reina en el palco, y al día siguiente actué en el pueblo Samaralago, con no más de diez casas en un local sin escenario, pegado a una estufa y ante 40 personas apiñadas. Les canté a 100.000 personas en la fiesta del PCE y a una sóla en una actuación de pub. No me importa.
La comunidad argentina en Madrid me va a entregar un distintivo como embajador de la música. Me hizo especial ilusión el Atagualpa 2010, votado por artistas y público.
