Ramón Núñez Centella (A Coruña, 1946) es divulgador científico. Concibió los tres museos científicos coruñeses (Casa das Ciencias, Domus y Aquarium Finisterrae). Los dirigió hasta 2008.
En la actualidad es director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Está considerado como el impulsor de la nueva museología científica en España. Este fin de semana es el coordinador de los encuentros de la Isla del Pensamiento, en la Fundación Illa San Simón.
Procuré personas que cubrieran todos los ámbitos científicos y con técnicas de comunicación. Formé un equipo que pueda complementar las perspectivas. Para hablar del futuro es interesante contar con gente que tenga pasado.
La velocidad del cambio es enorme, por lo que cada vez es más difícil predecir. Lo que pensamos que es futuro, puede ya ser presente al día siguiente. Quedó demostrado que no tiene sentido la predicción a largo plazo; en cien años, las circunstancias pueden ser totalmente distintas a las que imaginamos. En estos momentos hay más científicos investigando que los que hubo en toda la historia. Lo interesante es que el cambio rápido de la tecnología ya es una costumbre social. Se compran móviles y ordenadores siendo consciente que en dos años se cambiarán. Ya nadie adquiere algo para toda la vida.
No sé si hay diferencia, tal vez en la palabra ficción si ésta se refiere a lo que uno imagina que todavía no es realidad. Pero esto cada día cuesta más trabajo.
¿Qué respuestas se le resisten más a la Ciencia?
La mayor parte de las preguntas siguen sin respuesta. Como mucho se hacen definiciones, con la previsión de que en poco tiempo se superarán.
No observo nada particular. Las nuevas universidades (Vigo y A Coruña) buscan una identidad propia para hacerse con un nicho científico y fortalecerse en él. En España, la mayoría de la investigación se concentra en las universidades. Se ha mejorado mucho la popularidad de la Ciencia a través de la actividad de los museos.
Procuré personas que cubrieran todos los ámbitos científicos y con técnicas de comunicación. Formé un equipo que pueda complementar las perspectivas. Para hablar del futuro es interesante contar con gente que tenga pasado.
La velocidad del cambio es enorme, por lo que cada vez es más difícil predecir. Lo que pensamos que es futuro, puede ya ser presente al día siguiente. Quedó demostrado que no tiene sentido la predicción a largo plazo; en cien años, las circunstancias pueden ser totalmente distintas a las que imaginamos. En estos momentos hay más científicos investigando que los que hubo en toda la historia. Lo interesante es que el cambio rápido de la tecnología ya es una costumbre social. Se compran móviles y ordenadores siendo consciente que en dos años se cambiarán. Ya nadie adquiere algo para toda la vida.
No sé si hay diferencia, tal vez en la palabra ficción si ésta se refiere a lo que uno imagina que todavía no es realidad. Pero esto cada día cuesta más trabajo.
¿Qué respuestas se le resisten más a la Ciencia?
La mayor parte de las preguntas siguen sin respuesta. Como mucho se hacen definiciones, con la previsión de que en poco tiempo se superarán.
No observo nada particular. Las nuevas universidades (Vigo y A Coruña) buscan una identidad propia para hacerse con un nicho científico y fortalecerse en él. En España, la mayoría de la investigación se concentra en las universidades. Se ha mejorado mucho la popularidad de la Ciencia a través de la actividad de los museos.
