Roberto Carlos García 'Pitu', del Bembrive: “Sería catastrófico lograr el ascenso y no poder respaldarlo”

Roberto Carlos García ‘Pitu’ pasó por la redacción de Atlántico.
photo_camera Roberto Carlos García ‘Pitu’ pasó por la redacción de Atlántico.

“Queremos jugar el play-off de ascenso y ver hasta dónde somos capaces de llegar", señala el entrenador y coordinador deportivo del Bembrive Fútbol Sala

Roberto Carlos García ‘Pitu’ está comprometido con el Bembrive. Porque de compromiso personal presume, con razón, un club amateur que tiene a su equipo femenino peleando por el ascenso a la élite. Una identificación que va desde la directiva, pasando por los técnicos y que termina en las jugadoras. Y que lleva a entregarse pese a no tener claro si esa estructura podría sostener un proyecto en lo más alto.

 

 

Una gran temporada en resultados pero no sin dificultades.

Con las dificultades propias de cuál es nuestro día a día. Somos un club muy familiar, muy humilde y que está compitiendo a un nivel muy alto con equipo con muchísimo más presupuesto, con muchísima más estructura. Nos cuesta un gran trabajo y desgaste. El grupo de chicas, que prácticamente es el mismo en los cinco o seis últimos años con incoporaciones desde la base, está trabajando y los resultados se están dando. Este año empezamos muy bien y somos líderes. Pero se nos han caído tres jugadores desde que comenzamos, la última Mery González, la capitana, que lleva 16 años en el club sin problemas y se ha ido a lesionar en la temporada en la que lo tenemos bastante bien.

 

A estas alturas de la temporada, ¿cuál es el objetivo?

Es ir día a día. No plantearnos jugar el play-off sería mentir. Llevamos dos años siendo terceras, quedando a un paso de jugarlo, y este año son cuatro plazas con la reestructuración de grupos. Queremos jugar ese play-off y ver hasta dónde somos capaces de llegar. Deportivamente, está claro que el club ha crecido, crece y esperamos que siga creciendo muchísimo. Nos falta crecer estructuralmente para poder aspirar a dar un paso más.

 

Hay equipo, hay cantera, en Galicia hay mucho fútbol sala en la élite femenina… Parece un contexto perfecto. ¿Qué faltaría para que en Vigo pueda haber un equipo de élite?

Faltan apoyos, que son fundamentales en el deporte amateur. Somos un club completamente familiar, gran parte de la directiva son padres de jugadores y jugadoras. Falta el apoyo económico. Estamos en Bembrive, que es una parroquia. Y falta que el fútbol sala en Vigo se una. Porque es un deporte muy practicado, de los que más, y siempre cada uno ha querido arrimar el ascua a su sardina. Falta esa unión para dar el salto. Que es muy, muy, muy grande. Estamos hablando de un equipo completamente amateur que tiene que pasar a ser completamente profesional.

 

¿Cómo se ilusiona a las jugadoras cuando ven que deportivamente dan el nivel pero que tal vez no se va a poder dar ese ascenso?

Es complicado. Si te lo llegas a plantear, te surgen muchísimas dudas. Nuestro objetivo es disfrutar de jugar un play-off y ver hasta dónde llegamos, cuál es nuestro límite. Eso lo tienen muy asumido las chicas. Es algo personal para cada una. Y sin plantearnos qué pasará si. Porque si te lo planteas, entran las dudas, el rechazo a que pueda sucedar. Sería, quizás, catastrófico para el club y para el equipo. Pero primero hay que lograrlo. Y no sabemos qué pasará si lo logramos. Sería algo catastrófico conseguir un objetivo deportivo de esa magnitud y que no se pueda respaldar.

 

En cualquier caso, Vigo tiene materia prima como para contar con un equipo en la élite.

Sin ninguna duda. Lo tengo muy claro. No sé por qué se da en Galicia tanto fútbol sala de mujeres, seguramente seamos la mayor potencia mundial, con Burela y otros cinco equipos en Primera División y otros cinco en Segunda. Aquí en Vigo nos falta ese pequeño impulso, esa ilusión que, por ejemplo, hubo en 2006 con aquel proyecto del Celta. A mí me tocó jugar en División de Honor fuera, me recorría toda Galicia por falta de un proyecto aquí. No sé si no se toma en serio el fútbol sala. Porque se da en otras localidades. Hay que querer y tener los medios. 

 

Hablaba antes de ese cortoplacismo a la hora de plantearse objetivos para no caer en la desilusión. ¿Y Pitu entrenador también o se plantea que si en el Bembrive no puede llegar a la élite a lo mejor tiene que ir a otro club?

En estos momentos, no. Estoy muy concentrado en mi equipo. Cuando hace 15 años dejé de jugar en División de Honor, lo siguiente que hice fue meterme en el Bembrive. Era para ir rodándome y van tres lustros. Primero con el proyexcto de los chicos y después con las chicas. No me planteo absolutamente nada que no sea conseguir los objetivos con el Bembrive. Nada más. Sí que ha sonado alguna vez, sí que ha habido alguna llamada pero nunca me he planteado seriamente ir más allá. Porque el compromiso que tienen las chicas con el equipo tenemos que devolvérselo de alguna manera, que por mi parte es mostrar el mismo compromiso que tienen ellas.

 

Dentro de su experiencia, ¿qué diferencias hay entre el fútbol sala practicado por hombre y el de las mujeres? 

La diferencia es física: la velocidad a la que se hacen las cosas, la intensidad… Pero, por otro lado, al nivel de compromiso, de trabajo y de ilusión de las chicas, los chicos ni se acercan. Es increíble la capacidad que tienen de sacrificio, de comprometerse al 100% con un proyecto desinteresadamente. Incluso, a algunas les cuesta tiempo y dinero.

 

Mata el prejuicio sobre que los vestuarios femeninos son más complicados de llevar que los masculinos.

Dependerá de cada uno. Yo tengo un grupo muy sano. De hecho, la base del éxito de este equipo es un grupo con mucho compromiso. Ya he dicho que tengo el equipo amateur más profesional que conozco.

 

¿Cómo está funcionando la base?

Cada vez cuesta más que los niños hagan deporte. Se pierden niños cada año aunque siguen ilusionándote cada temporada y trabajando. No sé por qué, pero cada vez cuesta más. Si es un problema de base… En la calle los niños no juegan. La gran mayoría de nuestros equipos son mixtos porque el referente es el femenino y estamos trabajando mucho con niñas. Y gran parte de las entrenadoras de la base son jugadoras del primer equipo.

 

Habrá que ilusionarse con lo que queda de temporada.

Con el play-off. Pinta muy bien. No vamos a engañar a nadie. Pero las circunstancias de este final de temporada, con tres jugadoras menos, hace que no sea tan sencillo como seguramente pensábamos hace un mes. 

 

¿Hay posibilidad de reforzar el equipo por esas bajas que lo limitan?

Algo se está mirando. Pero es que tenemos un margen muy reducido de posibilidades porque no podemos compensar económicamente a nadie. Tenenos que tirar de las jugadoras de la zona. Existe la suerte de tener dos equipos de División de Honor a 30 minutos y algo estamos viendo. Pero es muy complicado. Por eso tiramos de la base, en la que tenemos a tres jugadoras con la selección gallega.

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