Carla Montero: "La relación de la Francia ocupada con los nazis aún es un tema espinoso"

Carla Montero, ayer, en el set de Atlántico TV.
photo_camera Carla Montero, ayer, en el set de Atlántico TV.

La escritora Carla Montero presenta su última novela “El viñedo de la luna”, una historia ambientada es una bodega en la zona de Borgoña

Carla Montero visitó el set de Atlántico TV para presentar su novela “El viñedo de la luna”. Licenciada en Derecho y Dirección de Empresas se dejó seducir por la literatura, convirtiendo alguno de sus títulos en  superventas.

 

 

En esta ocasión, traslada la trama a un entorno privilegiado.

Sí, es una bodega en la zona de Borgoña, con paisaje de vinicultura con unas vistas espectaculares. En los días soleados se puede ver el Mont Blanc. Allí es adonde llega nuestra protagonista, Aldara, en plena ocupación nazi. 

El lugar es paradisíaco, no así el momento. Sin embargo, como es habitual en sus novelas, la protagonista, una mujer empoderada, se crece ante la adversidad.

Representa a muchas mujeres que existieron y quedaron en la sombra. Aldara llega a Francia, una más del medio millón de españoles, casi 200.000 mujeres, que se exiliaron en el país vecino. Intentaron sobrevivir en una sociedad que no los recibió de buen gusto, algunos se integran en la resistencia. Pasan de la sartén a las brasas, porque escapan de la Guerra Civil para encontrarse con la Segunda Guerra Mundial.

Todo envuelto en la atmósfera vitivinícola. ¿Qué le atrajo de este mundo?

Hace tiempo quería escribir una novela sobre el vino, una cultura y una tradición que ya inspiró muchas novelas. Quería escoger una buena historia y la encontré en el expolio del vino francés por parte de los alemanes. Hay que tener en cuenta la importancia del vino en Francia, no solo las grandes botellas, también el vino común. Se convirtió en objeto de deseo para los nazis. Se establecieron relaciones muy curiosas, donde hubo romances y traiciones entre los alemanes y los bodegueros. 

En la novela hay cierto revisionismo de la época.

La relación del mundo de vino con los alemanes se enmarca en el contexto social de la Segunda Guerra Mundial. Nos quisieron vender una actuación que se gestó al final de guerra, donde una Francia viva se resistió a los nazis, pero esto no fue así. Los últimos estudios historiográficos demuestran que la resistencia surgió poco a poco y que no estuvo organizada hasta finales de 1942, cuando ya no estaba tan claro que fuera a ganar Alemania. El mundo del vino es muy conservador y enseguida se alineó con el Gobierno de Vichy y vio con buenos ojos los acuerdos comerciales con los invasores. Era algo perverso porque esas compras estaban financiadas con el dinero francés. Alemania cobraba cuatro millones de francos diarios como gastos de ocupación. Con ese dinero financia las compras de vino que hicieron muy ricos a los bodegueros.

Supongo que esta visión no gustará mucho en Francia.

Me resultó muy difícil encontrar información rigurosa. La relación de la Francia ocupada con los nazis aún es un tema espinoso. Solo en los últimos diez años se ha empezado a revisar históricamente este episodio.

Es una novela histórica con toques de épica y romance. ¿En dónde la sitúa?

Tiene de todo, pero fundamentalmente es una novela de personajes, personas corrientes que viven situaciones extraordinarias. Esto hace que el lector se identifique con ellos e invita a que cada uno se pregunte que hubiera hecho en su lugar. Aunque parece una historia lejana, los personajes nos interpelan con lo que les sucede.

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