El naval vigués perdió 900 trabajadores sólo directos en el último año. Es la factura de la pandemia y de la crisis de los que llegaron a ser los dos mayores astilleros privados de España, Barreras y Vulcano, ambos sin trabajo y en venta.
En Barreras está previsto que la consultora Kroll, que fue contratada por los dueños (Ritz-Carlton y el fondo Oatkree)-, presente hoy a la plantilla un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) para afrontar el desierto industrial en el que está sumido tras cuatro meses sin actividad. El astillero tiene cerca de 150 trabajadores de los que una veintena está en Santander trabajando en la obra del crucero ‘Evrima', el único contrato que tiene en vigor pero que no genera empleo en Vigo. La consultora contratada estaría tratando de reconducir la crítica situación del astillero de Beiramar, en pérdidas y con una abultada deuda con la industria auxiliar, unos 15 millones pendientes de cobro por parte de las empresas proveedoras. El plan que maneja Kroll pasaría por hacer uso del pre-pack concursal, un mecanismo que permitiría la venta rápida de la unidad productiva tras la declaración de concurso de acreedores y que en la práctica supondría evitar llegar a la fase final de liquidación y aportaría seguridad al comprador que no asumiría riesgos.
En Vulcano, ahora llamado Astilleros San Enrique, los trabajadores aseguran sentirse muy desconcertados ante la idea del dueño del astillero (Marina Meridional) de vender al puerto vigués las instalaciones que compró por 7,8 millones a principios de este año. La empresa, con la que este diario intentó contactar sin éxito, habría hecho una propuesta al organismo que dirige Vázquez Almuiña para, una vez resuelta la concesión portuaria, presentar una nueva oferta de compra y volver a adquirir las instalaciones para su uso naval. “Estamos un poco descolocados, ahora tenemos muchas dudas sobre los planes de la empresa”, indican fuentes sindicales.
La patronal gallega del sector metalúrgico, Asime, muestra su preocupación “por el momento delicado que vive el naval que sólo en el último año perdió 900 empleos directos", indica el secretario general Enrique Mallón con respecto a la situación de Barreras, Vulcano y también Metalships que tiene un hilo de actividad con trabajos de varada, acondicionamiento y pintura de barcos. “Nos consta que está trabajando para conseguir contratos tanto de construcción como de reparación naval y confiamos en que así sea”, apunta con respecto al astillero del grupo Rodman. En el caso de Barreras, la patronal defiende que el astillero “está totalmente legitimado para pedir ayudas públicas" y que la industria auxiliar “necesita cobrar los trabajadores realizados”. En todo caso, señala que un posible preconcurso o concurso de acreedores “sería muy malo para todo el sector, que ya está muy tocado". En relación a Vulcano, Mallón confía en que se presenten candidaturas para los terrenos “que serán de uso naval”, a la espera de que se extinga de forma definitiva la concesión portuaria y salga a concurso.
Freire y Armón son los únicos que logran nuevos contratos
Freire y Armón son los dos astilleros que más empleo generan en la Ría y Nodosa en Marín. Los vigueses se posicionan como los constructores navales con mayor actividad y son los únicos con contratos nuevos que aseguran actividad para, al menos, 2021 y 2022 entre la construcción de pesqueros y oceanográficos. Nodosa se posicionaba en el arranque del año como el tercer astillero con mejor registro de actividad con buques para Groenlandia y España y Cardama aporta trabajos en buques para armadores de Angola, Dinamarca y Senegal. Los grandes astilleros privados gallegos -concentrados en la Ría de Vigo y Marín- se sitúan segundos en España tras los asturianos y a escasa distancia de los vascos, según el registro del Ministerio de Industria en cuanto al índice de actividad ponderada que engloba las puestas de quilla, botaduras y entregas.
