Multinacionales extranjeras y fondos de inversión toman el control empresarial de Vigo

Stellantis es un grupo ítalo-francés-estadounidense con sede en Holanda. La mayoría de empresas de automoción en Vigo son extranjeras.
photo_camera Stellantis es un grupo ítalo-francés-estadounidense con sede en Holanda. La mayoría de empresas de automoción en Vigo son extranjeras.
El capital gallego se reduce a la mínima expresión y las nuevas operaciones aumentan los dueños foráneos. La automoción está controlada toda desde el exterior y las pesqueras se suman a propietarios extranjeros, presentes también en los sectores hospitalario y geriátrico, metal, seguros, conservas, transporte o autopista, entre otros

El tejido empresarial de Vigo es cada vez menos vigués. La presencia de capital gallego se reduce en la actualidad a la mínima expresión con la entrada en los últimos años de fondos de inversión y multinacionales foráneas, operaciones que desembocaron en la mayoría de los casos en traslados de sede y, por consiguiente, de la toma de decisiones, pero que también ayudaron al crecimiento empresarial.

 

 

El sector de la automoción está controlado en su gran mayoría por grupos extranjeros. El mayor exponente lo encontramos en Stellantis Vigo que tras la fusión de PSA y Fiat-Chrysler se convirtió en un conglomerado automovilístico ítalo-franco-estadounidense. El grupo tiene su domicilio social en Holanda y cotiza en las bolsas de París, Milán y Nueva York. 

GKN Driveline (antigua Indugasa) pertenece al fondo británico Melrose Industries, Denso a la multinacional japonesa del mismo nombre, Borgwarner (antigua Dytech Ensa y antes Dayco Ensa) es estadounidense, Benteler y ZF (exDalphimetal) son alemanas  y Faurecia Asientos Galicia es francesa. Faurecia Interior, con planta en Porriño, pasó a manos del fondo alemán Callista Private Equity y  la canadiense Magna compró el cien por cien de la antigua empresa familiar viguesa Viza. Lear Corporation, con sede en Michigan (EE UU), adquirió la división de asientos del grupo burgalés Antolín que tiene fábricas en Valladares y en Porriño.  

En el sector de la pesca, la viguesa Mascato está tanteando su venta en el mercado internacional y seguiría los pasos de otras como Iberconsa, que está en manos del fondo de inversión estadounidense Platinum Equity, y Profand, que el año pasado dio entrada en el accionariado a Corporación Financiera Alba -el brazo inversor de Banca March-  aunque con una participación minoritaria. Ambas operaciones se encuadraron dentro de sus planes estratégicos para impulsar el crecimiento de sus negocios. Nueva Pescanova, la mayor pesquera en España, lleva tiempo en la búsqueda de un socio industrial que permita a su accionista mayoritario, Abanca, desprenderse de su participación.

En los últimos años se produjeron operaciones de gran relevancia. La mayor fue la venta de la antigua calderera de Porriño Gándara Censa del presidente del Celta, Carlos Mouriño, a la multinacional china Citic Censa. La conservera viguesa Albo también pasó a manos asiáticas con la compra por parte de Shanghai Keichuan, acaba de dejar la ciudad y está instalada en la Plisan. 

En la industria naval, el antiguo astillero Hijos de J. Barreras protagonizó una de las operaciones más complejas de la historia reciente. En 2014 fue comprada por la petrolera mexicana Pemex y años después vendida al fondo Oatkree y a Ritz-Carlton desembocando en la quiebra. Hoy está en manos del grupo asturiano Armón y se llama Astilleros Ría de Vigo. La extinta Factorías Vulcano fue comprada por Marina Meridional y ahora se llama Astilleros San Enrique. 

En el ámbito sanitario, Povisa pasó por varias manos en los últimos años. Primero con el desembarco del grupo valenciano Ribera Salud, a través de la aseguradora americana Centene Corporation que adquirió en 2019 el hospital vigués al grupo Nosa Terra, del empresario naviero José Silveira Cañizares. Ahora Centene tiene en marcha la venta de Ribera al grupo sanitario francés Vivalto Santé que pasará a ser el nuevo dueño de Povisa una vez que las autoridades europeas de Competencia den el visto bueno a la operación.

El otro hospital vigués privado de referencia, Fátima, es del grupo Vithas cuyo accionariado corresponde al cien por cien a Goodgrower, el 'family office' de la familia catalana Gallardo.

Novo Hospital de Vigo, la sociedad concesionaria de servicios no sanitarios del Hospital Álvaro Cunqueiro, está controlado por dos fondos de inversión, el francés Meridiam y el luxemburgués River Rock. La constructora  gallega Puentes y Calzadas tiene una participación minoritaria y salieron Acciona y la banca.

En el sector sociosanitario uno de los ejemplos de desinversión gallega más relevantes es el de DomusVi, la antigua Geriatros que en su día pilotó Caixanova y que en la actualidad está en manos del fondo francés PAI Partners.

El fondo inmobiliaria israelí MDSR es el dueño del Centro Comercial Travesía, cuya gerencia ostenta Carrefour Property, mientras que el Centro Comercial Gran Vía lo gestiona Grupo Lar, sobre el que estuvo interesado el fondo sudafricano Vukile. 

Una de las últimas operaciones en salir a la luz es la de Audasa, la concesionaria de las autopistas gallegas que explota el grupo Itínere que acaba de ser comprado por el mayor fondo de pensiones de Países Bajos APG (Algemene Pensioen Groep NV). Por su parte, la concesionaria del transporte público de Vigo Vitrasa pertenece a Avanza que desde 2013 está en manos del grupo mexicano Mobility ADO.

Otras operaciones en el ámbito empresarial vigués son las de Artai, el mayor bróker independiente de seguros de empresa de España que hace un año fue comprada por la multinacional Howden, de las mayores del mundo en el sector.  En el ámbito financiero Abanca, con domicilio social en Betanzos, pertenece al grupo venezolano Banesco y el fondo canadiense Brookfield tiene el control del grupo pizarrero ourensano Cupa que tiene su división de I+D en Vigo.

Te puede interesar