Automoción y naval, la cara y cruz de la industria viguesa en la pandemia

La crisis derivada del covid está afectando de manera muy desigual a la industria viguesa con la automoción al alza y el naval a la baja.

Cierto es que los astilleros de la Ría mantuvieron el tipo el año pasado con carga de trabajo en todos, excepto Vulcano que estaba en liquidación. Pero falló la nueva contratación, imprescindible para asegurar actividad para los próximos años. Sólo Armón consiguió pedidos, sumó tres, según los datos del Ministerio de Industria. El resto ninguno y están agotando sus carteras de pedidos actuales con lo que se atisba un panorama muy complicado para los próximos meses.

El empleo en el naval de la Ría está en mínimos históricos, 4.600 trabajadores a día de hoy, según datos de la patronal gallega del metal, Asime, que prevé más destrucción si la pandemia empeora y si los dos mayores astilleros (Barreras y Vulcano) no reconducen sus situaciones. El de Beiramar con inyección de capital para poder acabar el crucero, contratar más buques y saldar la deuda con la industria auxiliar. El de Teis, ahora llamado Astilleros San Enrique, con el proyecto industrial de los nuevos dueños que requerirá una gran inversión para ponerlo en marcha. Eso sí, será con reparación naval porque la nueva construcción está en 'stand by' en todos los segmentos, también en los pesqueros pese a que al sector de la alimentación es hoy uno de los más fuertes.

Otro con muy buena marcha es la automoción. Al menos en el caso de Vigo porque en el resto de España todas las fábricas de coches redujeron producción en 2020 y varias están ajustando empleo y trabajo ante la bajada de las ventas. La planta de Balaídos, por su parte, afronta un primer trimestre de alta actividad tras firmar un 2020 de crecimiento con casi medio millón de coches.

En la industria hay otro sector que presenta muy malas perspectivas y es la aeronáutica con gran presencia en la comarca de Vigo de empresas de componentes que se han visto muy impactadas por la paralización de las aerolíneas. La patronal no prevé una recuperación hasta, al menos, 2023.

El mercado laboral de Vigo vuelve a niveles precovid

Vigo es la única de las siete grandes ciudades gallegas en mejorar los niveles precovid tanto en paro como en ocupación, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2020. No osbtante hay que tener en cuenta el efecto ERTE -no computan como parados- y la población inactiva.

La urbe viguesa finalizó el año pasado con 900 ocupados más que antes de iniciarse la pandemia y con 3.600 parados menos. Resulta muy relevante el comportamiento con respecto a la segunda ciudad de Galicia, A Coruña, que tiene 8.100 ocupados menos y 4.500 desempleados más que en el primer trimestre.

La EPA constata lo que otros termómetros de la economía han ido relevando a lo largo de 2020, como las exportaciones, la creación de empresas o el paro registrado, que colocan a Vigo con una mejor resistencia ante la pandemia y el mejor comportamiento de Galicia.

No obstante, sería erróneo pensar que es inmune a la crisis. Lo es y por eso hay que tener en cuenta datos relevantes que "maquillan" las estadísticas, como es el caso de los trabajadores afectados por un ERTE ya que estos no computan como parados aunque no estén trabajando. A cierre de diciembre de 2020 había 12.300 personas en regulación temporal en la provincia de Pontevedra. También hay que tener en cuenta a los inactivos como un 'dopaje' de la EPA y el mercado laboral. La población inactiva (no disponible para trabajar) se disparó en Vigo con 5.100 personas más en el último año, muchos por no poder buscar trabajo por los confinamientos y las restricciones.n