Natación | Juegos Paralímpicos

Último paso hacia París del vigués Juan Ferrón

Juan Ferrón persigue esta primavera la clasificación para los Juegos Paralímpicos de París.
photo_camera Juan Ferrón persigue esta primavera la clasificación para los Juegos Paralímpicos de París.

El vigués Juan Ferrón, de 20 años, está a 60 centésimas de la mínima para los Juegos 

Juan Ferrón tiene la mente puesta en los Juegos Paralímpicos de París. Pese a su juventud, ya que dispone de 20 años, es el segundo intento de acudir a un evento de estas características. “Para Tokio me quedé a 0.7 segundos, aunque la marca también era más alta. Es la distancia a la que estoy ahora, pero era más inexperto e igual me obsesioné demasiado. Creo que lo aprendí y este año me va a ir mejor”, explica el vigués desde el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, ya que esta es su segunda campaña en la residencia Blume. 

En pleno mes de febrero, el nadador tiene 59.11 en la prueba de 100 metros mariposa y el corte para acudir al evento francés está en 58.48. También compite en los 400 libre, pero está más lejos porque la mínima se sitúa en 4:20.40 y se encuentra en los 4:26 realizados recientemente en Barcelona. En todo caso, el nadador indica que “tanto por mis sensaciones como por lo que me dice mi entrenador, podemos bajar la marca”.  Y es que el registro exigido es duro porque el vigués figura como el quinto de Europa y séptimo del mundo en el ránking de su prueba. 

En todo caso, el principal objetivo es la mariposa porque está cerca de la meta y todavía tiene meses por delante. De hecho, el pico de forma programado para Juan Ferrón está previsto para el próximo Campeonato de España en Mallorca, que se disputa el fin de semana del 23 y 24 de marzo. “Ahí buscamos la mínima y, si no la conseguimos, tenemos en abril el Europeo de Madeira. Hay opciones”, explica el deportista. 

La meta es más que ilusionante y también parece correcto el camino que emprendió el pasado año cuando cambió su residencia en Vigo para entrar en el centro de alto rendimiento de Madrid. “El primer año estuve como externo y dormía en un colegio mayor, pero esta temporada ya tengo plaza en la residencia”, explica. Y, de hecho, también admite que esa primera campaña estuvo marcada por las dudas, ya que “los resultados no me salieron. Fue un poco desastrosa”. Ahora, “me está yendo mejor y se nota porque estoy nadando más rápido”, relata Juan Ferrón. 

Se encuentra en la Blume por la intermediación del entrenador José Luis Vaquero, que también es seleccionador español. Vio en el olívico las aptitudes para ser un deportista de nivel y apostó por él. Ferrón aportó las marcas que ya tenía y también el esfuerzo que conllevó el cambio de residencia. “El entrenador en el Natación Mos tenía una metodología de entrenamiento que se parece en algunos aspectos, pero en otros, no. Sobre todo en seco, estaba muy acostumbrado a hacer gimnasio con mucho levantamiento de pesas y ahora hago más ejercicios sobre mi propio peso, trx y actividades con gomas. Fue un cambio brusco. Dentro del agua se parecía, pero después no y tuve que acostumbrarme esos meses. Ahora noto que me vino muy bien”, relata el nadador.

El cambio llevó aparejada la exigencia de perder algo de peso para un deportista de gran volumen. “Hay que afinar para estar en el top”, admite Juan Ferrón. En su caso, lo máximo es estar en los Juegos Paralímpicos de París. 

Una cuestión de categoría 

Juan Ferrón está en la categoría S13, que está reservada para los invidentes con la visión periférica restringida y que distinguen el fondo de la piscina a cinco metros de distancia. Es la de mayor visión dentro de las categorías paralímpicas y, en esta ocasión, bastante optimista. Así lo indica su padre, también llamado Juan Ferrón. “El año que viene tiene revisión internacional de la categoría, creemos que es S12”, relata.

De hecho, explica que los problemas de visión son “de nacimiento. A los 6 meses, le diagnosticaron retinoblastoma bilateral (cáncer en los dos ojos), fue tratado en Barcelona con quimioterapia y radioterapia. Fue todo muy bien y el tiene un resto visual que le permite su independencia”, explica el padre. Puesto a las cifras, significa que “por el ojo derecho, apenas tiene visión y por el izquierdo un 8%”. De hecho, estudió en el idioma braille hasta sexto de Primaria, pero “gracias a una gafa lupa, pudo comenzar a leer, aunque se apoya en audiolibros porque los textos largos son muy cansados para él”.

Por todo ello, esa calificación de S13 parece generosa, pero es la que existe y en ella busca Juan Ferrón la clasificación para los Juegos Paralímpicos. Lo hace en natación aunque antes jugó a fútbol sala o baloncesto y, en la actualidad, sigue con el surf. El deporte es parte de su vida.

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