La jornada doble de entrenamiento realizada ayer por el primer equipo dejó en herencia una muy mala noticia: Rubén Blanco sufrió en la sesión de tarde un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. La lesión encendió las alarmas al temerse un problema mayor, pero las primeras pruebas diagnósticas acabaron por rebajar el temor, aunque el futbolista todavía se someterá hoy a otras para concretar de forma más exacta su dolencia, ya que la articulación estaba ayer inflamada.
El Celta acabó por dar la noticia del esguince, una lesión que vuelve a frenar la trayectoria del portero canterano, quien por fin había logrado empezar como titular una temporada en el primer equipo. De hecho, su rendimiento estaba siendo muy alto, con intervenciones decisivas en varios partidos y siendo uno de los pocos integrantes de la plantilla celeste que ha brillado de forma individual en lo que llevamos de temporada.
El club no ha fijado un periodo de baja, limitándose a comentar que éste dependerá de su evolución. En todo caso, lesiones de este tipo suelen acarrear un tiempo de ausencia de, al menos, seis semanas. Si se confirma, el mosense no podría volver a los terrenos de juego hasta el año que viene.
Se da la circunstancia de que Blanco comenzó a jugar como titular la pasada temporada justo en la jornada 14, la misma que va a afrontar este fin de semana el equipo. Desde aquel primer choque, que se jugó el 1 de diciembre pasado, el meta ha encadenado 38 partidos de forma consecutiva formando parte del once inicial. Es decir, una vuelta entera y estaba a punto de cumplirse un año natural desde el arranque.
Sergio, el relevo natural
Ahora, Óscar García Junyent tendrá que elegir entre Sergio Álvarez e Iván Villar de cara a los próximos partidos. El de Catoira parte claramente en ventaja, ya no sólo por su experiencia y su demostrada eficacia, sino porque esta campaña ha ejercido prácticamente siempre como meta suplente por detrás del mosense. El capitán celeste no juega un partido oficial desde hace un año, pero en verano el club decidió que permaneciese en el equipo a la espera de la maduración de Villar. Ahora, la decisión se torna más que acertada.
El guardameta se ha lesionado en las últimas cinco campañas
La carrera de Rubén Blanco está teniendo muchos obstáculos. El portero celeste cumple ahora su sexta temporada como miembro de pleno de derecho de la primera plantilla y en las cuatro últimas ha tenido siempre lesiones que le han hecho partidos y le han privado de coger regularidad como guardameta titular. La clavícula, las rodillas, una bursitis, el tendón de Aquiles, problemas musculares... La lista es amplia y variada, aunque el de Mos siempre ha conseguido volver. Esas lesiones han curtido el carácter del todavía joven meta (24 años).
