Un gol de Marcos Remeseiro, hermano del exjugador del Valencia Jason, decidió el duelo de ayer entre el Rápido de Bouzas y el Bergantiños a favor del conjunto carballés, líder de Tercera Federación. Fue lo más destacable sobre el césped de un encuentro condicionado por la crisis institucional que padece el club vigués, que se trasladó al terreno de juego y también fuera de él, con numerosas pintadas en todo el recinto en contra el dimitido presidente Alfonso Caneiro -lo anunció el pasado viernes- y su antecesor en el cargo Manolo Seoane. Además, no pocos aficionados portaron pancartas reivindicativas durante todo el encuentro con las que protestaban por la situación de la entidad, especialmente su estructura de base, detonante de este cisma derivado del maltrato y los impagos a los técnicos de base y las malas condiciones de las instalaciones rapidistas, incluida la cantina.
Con ese pernicioso ambiente flotando en el aire y con Caneiro dimitido, el primer equipo aurinegro tuvo que afrontar un compromiso ya de por sí muy complicado. Enfrente estaba el mariscal de la Liga, que hizo notar su condición con un partido muy serio y sólido. El gol de Remeseiro, al filo del descanso, puso en ventaja al conjunto de Carballo y la segunda mitad fue un quiero y no puedo por parte de los futbolistas de oro y negro.
Este resultado refuerza el liderato del Bergan a la espera de lo que haga hoy el Gran Peña, ahora a cinco puntos. Por su parte, el Rápido se queda a cuatro del play-off, que hoy podrían ser más.
