El Celta Fortuna, escapista de las fisuras

Raúl Blanco, que ayer ejerció de delantero centro, firmó un doblete para alcanzar los 10 goles este curso.
photo_camera Raúl Blanco, que ayer ejerció de delantero centro, firmó un doblete para alcanzar los 10 goles este curso.
El Celta Fortuna necesitó media hora para encontrar la rendija del sistema defensivo de una SD Logroñés que estuvo a merced de la abrumadora velocidad de balón del filial céltico

Antes era con Claudio. Ahora con Fredi. El caso es que ya hace mucho tiempo que el Celta Fortuna se ha convertido en un escapista de categoría, capaz de dar esquinazo a las situaciones más complicadas, a los enredos más trabados, a los encierros más férreos. No fue excepción ayer la SD Logroñés, que se plantó en Balaídos con un 5-4-1 que ponía diez futbolistas por detrás de la pelota. Un bloque de granito, con obsolescencia programada hasta que el filial céltico encontrase la primera fisura en la piedra. Media hora. Es lo que tardó en marcar Raúl Blanco. No hubo mayor historia después.

Porque el resto del encuentro respondió a lo esperable en un duelo entre un equipo de play-off y el penúltimo clasificado. En todo momento pasó lo que el Fortuna quería que pasase desde el tanto del atacante morracense -ayer en punta por las molestias de Pablo Durán-. Zinedine Zidane, reencarnado en Fer López, encontró la grieta con un balón a la profundidad de Javi Rueda, que regaló el gol a Raúl.

Hasta ese momento, el plan riojano no había ido del todo mal. Al filial le costaba generar con claridad y, además, los visitantes habían encontrado ese error que vinieron a buscar. De la Iglesia perdió en salida y Óscar Fernández, tras un recorte, remató fuera dentro del área. Un ejemplo de por qué la SD Logroñés solo suma cinco goles a domicilio.

Al tanto de Raúl Blanco antecedió un error poco común en Alfon. Fer López, nuevamente primoroso, lo dejó solo ante el portero y su remate fue defectuoso. A la segunda, el albaceteño no falló. Primero, provocó un penalti sin discusión de Iru. Luego, lo transformó con tranquilidadad por el centro de la portería.

Cualquier atisbo de esperanza que pudiera tener el cuadro rojiblanco se escapó igual que el Fortuna lo hace por las rendijas. De hecho, a la vuelta de vestuarios no hubo partido. Y si lo hubo, fue lo que se le antojó a los de celeste. Su aplastante dominio se juntó con la rendición  de una escuadra virtualmente descendida. Sin ganas de luchar. Esto derivó en un desplome del ritmo de juego en el que lo más positivo fue la vuelta de Gael tras casi ocho meses de ausencia.

Pese a ir al trantran, el Fortuna firmó una nueva goleada -ya van cuatro seguidas en Balaídos-. Raúl Blanco firmó su doblete con una perfecta resolución de un mano a mano. Poco después, la marcha más que Alfon tiene en la categoría emergió, esta vez para driblar y asistir. Javi Rodríguez cabeceó a la red para sellar el cuarto gol.  El quinto pudo hacerlo el manchego desde el centro del campo, pero el palo lo impidió. Dio igual. El escapismo estaba completo.

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