El vigués derrotó al montenegrino Lazar Klikovac para ganar la cuarta Copa del Mundo de su carrera en Jesolo, cerca de Venecia
A menos de 50 kilómetros del bullicio de los canales y la suave navegación de las góndolas, Pablo González Izard fluyó como el agua para conquistar la Copa del Mundo de Italia. En la localidad de Jesolo, junto a las playas bañadas por el mar Adriático, el púgil vigués derrotó a los puntos al montenegrino Lazar Klikovac para levantar la cuarta copa mundial de su carrera. Lo hizo en la modalidad de K1 y en la categoría de -81 kilos.
De esta forma, el ‘Diablo’ Izard coronó por todo lo alto su regreso a la competición tras unos meses de impasse derivados de una fractura nasal producida en su último combate en Vigo, que precisó de intervención quirúrgica. El deportista de El Barrio, que el viernes había batido al campeón del mundo Jaakko Haanpaa, remató ayer el trabajo con una actuación impecable contra su adversario balcánico.
No fue sencillo. En el arranque, Klikovac se mostró muy agresivo y frenó el énfasis de Izard, decidido a ir a por todas de salida. Con el buen asesoramiento de su esquina, el ‘Diablo’ salió al segundo asalto más calmado y tiró de inteligencia táctica para desgastar al montenegrino. El púgil de Teis logró entonces una ventaja que afianzó en el tercer y último parcial.
Así, los brazos de Pablo volvieron a apuntar al cielo. Volvía a ser campeón. La cuarta vez tras vencer en Irlanda (2020), Hungría (2021) y Turquía (2022). Además, este triunfo en K1 completa el triunvirato de victorias en las tres modalidades del kickboxing. Antes había vencido en ‘low kick’ y en ‘full contact’. Ahora, tras unos días de descanso, Izard empezará a preparar el combate por el título europeo profesional, que tendrá lugar en Milán el próximo mes.
