Kickboxing | Europeo

Pablo Izard, tras su derrota: "He perdido, sí, pero también he aprendido"

El deportista de El Barrio recibe atención en su esquina durante el combate del pasado sábado.
photo_camera El deportista de El Barrio recibe atención en su esquina durante el combate del pasado sábado.
El vigués Pablo González Izard se quedó el sábado sin el título europeo pero hace un balance positivo de la velada, que él mismo organizó. “Hubo un ambiente mágico”, enfatiza.

Hay tópicos que, por aquello de la sobredosis de edulcorante, pueden resultar cargantes. "A veces se gana y a veces se aprende" es uno de ellos. Pero no por manido y sobreutilizado deja de ser cierto. Porque así exactamente es como se siente Pablo González Izard un par de días después de perder el combate por el título europeo del peso supermedio de kickboxing ante el portugués Bassó Pires. "He perdido, sí, pero también he aprendido", reivindica el púgil vigués. "Una barbaridad, además", añade.

El caso es que, con las cicatrices propias de la derrota -las físicas y las sentimentales-, Izard se siente con el corazón lleno. Además de combatir, fue el promotor de la velada. Era la tercera vez y el éxito fue masivo en el chapeleiro pabellón Manuel González Soto, lleno a reventar para la ocasión. “Fue un ambiente mágico. Aquello parecía un videojuego cada vez que salíamos al ring”, rememora el vigués, que además de púgil y promotor, también es entrenador. Su club, El Barrio, tuvo representantes en los nueve combates de la noche. “Solo eché en falta no poder estar en la esquina con alguno de mis chicos”, expresa. “El evento fue un éxito absoluto y todo el mundo quedó encantado”, subraya.

En ese espectacular ambiente, paradójicamente, encontró el kickboxer vigués su fallo en la contienda. El pabellón explotó con su salida, al ritmo del himno del Centenario del Celta. Y se dejó llevar. “Me pasó factura. El plan era moverme mucho en el primer y segundo asalto para cansar a mi rival, pero me emocioné tanto que me fui al centro del ring a partirme la cara con él”, reconoce con una sonrisa llena de deportividad. “No hay objecciones a la derrota. Sin excusas. Bassó es un atleta increíble, muy duro y resistente, y  se mereció la victoria”, añade.

El caso es que de esa efervescencia, un gancho del púgil luso le rompió la nariz a los 15 segundos. Mucha sangre y dificultades para respirar. Y aunque reaccionó en el segundo parcial, se hizo demasiado duro. Este percance hace que Izard dé la temporada por concluida. El próximo lunes será intervenido para recolocarle los huesos nasales y, a partir de ahí, no volverá a la acción hasta el mes de enero. Ya en 2024.

Será entonces cuando pueda llevar a cabo su cuarta velada. “Esta semana me reuniré con el concejal de Deportes de Redondela, que quedó encantado, y esperamos poder montar otro evento a finales de enero o en febrero”, apunta Izard, que desvela su intención de armar una cita mixta, también con combates de boxeo. Hasta entonces, el campeón vigués saborea la derrota con una deportiva sonrisa. “Fue el mejor día de mi vida”, concluye.

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