Triste rutina y esperanza del Celta

Tadeo Allende, que ayer fue titular, conduce el balón ante la presión Vítor Roque.
photo_camera Tadeo Allende, que ayer fue titular, conduce el balón ante la presión Vítor Roque.
La presión fue escasa antes del descanso -la triste rutina- y más afectiva en el segundo acto tras aclarar las ideas y cambiar algunos detalles en el vestuario -la esperanza-

Sabía el Celta que tenía pocas opciones de ganar porque se enfrentaba al Barcelona, un  equipo blaugrana en horas bajas, pero que sigue siendo un grande y Rafa Benítez optó por un equipo con más espíritu ofensivo en la pizarra, con su viejo esquema 4-4-2 que lo hizo famoso, pero en el campo la ambición duró poco. La presión fue escasa antes del descanso -la triste rutina- y más afectiva en el segundo acto tras aclarar las ideas y cambiar algunos detalles en el vestuario -la esperanza-. 

El 4-4-2, con Allende y Aspas

Tras dos suplencias, las preguntas sobre la titularidad de Iago Aspas resultaron constantes esta campaña. Saltó ayer al campo de inicio en un esquema clásico de Rafa Benítez (4-4-2) para ejercer de segundo punta y, lo cierto, es que en la poca chispa que tuvo el ataque vigués, apareció el moañés. Dos cabalgadas por banda para tomar la espalda de Joao Cancelo, que se descolgó en ataque y apretar al joven Curbasí. Casi las únicas apariciones con peligro de la formación olívica durante mucho tiempo.

La presión, un espejismo

En algunos momentos del primer cuarto de hora, el Celta intentó apretar la salida del balón del Barcelona, pero resultó un espejismo. Al segundo o tercer pase, retrocedió para intentar tapar el centro del campo y el conjunto catalán dio más del 70% de pases en campo contrario. Eso sí, la profundidad resultó escasa hasta el gol. Mucho toque y poca llegada. 

Un gol, un paso adelante

La ventaja al descanso otorgaba cierto aire al Barcelona y obligaba al Celta a dar un paso adelante, que no resultó necesario en el marcador porque en el primer ataque del segundo acto desbordó Mingueza por banda y aliarse con Larsen para desequilibrar a un equipo catalán endeble atrás. Empate sin gran esfuerzo. Eso sí, el paso adelante se consolidó en la formación viguesa que ahora sí que evitó ceder más metros de los previstos y, en las acciones de saque de puerta, presionó con orden para evitar la salida en corto del conjunto visitante. Sufrió el Barça, ya que, en gran medida, se encuentra con unas dudas notables en todos los aspectos de juego en los que entra en juego la defensa. 

El paso de los minutos

A los últimos diez minutos se vio un encuentro que, poco a poco, se rompía por el desgaste físico de los jugadores. Hubo espacios y el Barcelona asumía riesgos. Así, el gol podía llegar en cualquier momento y lo hizo en un regalo en el descuento. Error penalizado.

Lo que Aspas te da

La entrada en el equipo titular de Iago Aspas conlleva muchos cambios. Puede condicionar el sistema defensivo y el esquema, pero ofrece una capacidad de combinación y elaboración que, sin él no existe, y que resulta diferencial en un Celta de poco talento. Lo que Aspas te da.

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